La transición entre estaciones, la de verano y la de otoño, que atravesamos estos días, hace que muchos de los productos del campo habituales en la temporada otoñal, todavía no se encuentren en los puestos de fruta y verdura del mercado. Uno de los frutos que anuncian la llegada del otoño en el campo ibicenco es el caqui de la variedad imperial. Tal como explicaba Marga Boned, mostrando un par de bandejas de esta fruta en su puesto en el Mercat Nou de Vila, «su presencia es fugaz. Un visto y no visto. Hace una semana todavía estaban un poco verdes en el árbol. Esta semana, con la lluvia que ha caído, ya se están empezando a estropear. Cuando llueve se agrietan y se echan a perder». Otro de los productos que Boned apunta como característico de estas fechas es la uva, «se recolecta a finales de verano, entre septiembre y octubre», explicaba la responsable del puesto de fruta y verdura, que recomienda su consumo «acompañadas de queso. ¡Están buenísimas». El precio del kilo de uva es de 3,50 euros el kilo. El kilo de caqui cuesta 2,50 euros.
Transición
Boned reconocía que las altas temperaturas de este pasado verano han afectado la producción en el campo, sin dejar de mostrar optimismo respecto a la estación otoñal en la que ya estamos inmersos, «ya estamos pasando de la época del gazpacho a la época del cocido». Se refería a platos otoñales como los que Pepita Palau, clienta de Boned, barajaba a la hora de buscar el destino a la col rizada que se disponía a añadir a su carrito. «Con la col acompaño diferentes platos: la hago con arroz y verduras, también la hiervo y, cuando es bueno (todavía no lo es), le echo cerdo». Boned añadía un plato más a la hora de consumir col en verano: «no te olvides de la ensalada de col, que en verano sienta muy bien y es un plato muy ibicenco» mientras apuntaba que se trata de un plato que «se hacía mucho el día de las matanzas, para aligerar un poco». Sin embargo, Palau apunta a su variedad favorita de col. Pese a la que se lleva del puesto del mercado, está cultivada en Ibiza, se trata de la variedad de col rizada (a 2,80 euros el kilo), asegura que prefiere «la variedad payesa, la col de toda la vida. Lo que pasa es que sale más adelante. La ibicenca es mucho más tierna que la rizada, no tan basta como esta (que está muy buena también) además, se aprovecha toda».