Salvem sa Badia ha iniciado una campaña destinada a concienciar a los residentes y turistas para que no arrojen residuos no biodegradables por los inodoros, como toallitas, compresas, tampones, pañales y otros objetos que acaban atascando las tuberías y estaciones de bombeo, generando vertidos de aguas fecales al mar. Según explicaron, la iniciativa surge a raíz del «desastre ambiental provocado por el colapso de la red de saneamiento en Caló de s'Oli». La campaña consiste en el reparto de pegatinas que se colocarán en los aseos de los negocios de la bahía, así como en residencias, urbanizaciones y en las habitaciones de los hoteles que lo soliciten.
Esta pegatina, que exhibe el lema ¡Basura en el wc no: atasca las tuberías y acaba en el mar!, recuerda que solo puede arrojarse a la red de saneamiento papel higiénico y muestra ejemplos de los otros materiales que nunca deben terminar en las alcantarillas.
En las últimas semanas, se han realizado varias inmersiones en las que se ha podido fotografiar la presencia de grandes cantidades de residuos procedentes del vertido que se produjo en Caló de s'Oli durante tres semanas. «Todo el fondo se halla repleto de toallitas, compresas, tampones, plásticos, etcétera, aunque el mar está repartiendo todos estos desperdicios por la orilla y el resto de la bahía. En su última salida, que tuvo lugar el pasado martes, los buceadores pudieron constatar cómo los residuos se están esparciendo y ocupando un área cada vez mayor», según destacaron a través de un comunicado.
Hace unos días, los vecinos de Cala de Bou que paseaban por la orilla se encontraron un tramo de 570 metros repleto de toallitas y otros elementos, en las inmediaciones del faro verde. Estos desperdicios ya han sido retirados a través de una operación de limpieza realizada por el Ayuntamiento de Sant Josep y la empresa Abaqua, aunque aún está pendiente la adjudicación de los trabajos de limpieza submarina que debe afrontar Abaqua.