Los mayores que acuden a los talleres que imparte cada semana Cruz Roja en Ibiza para la tercera edad han vivido este lunes con motivo de la inminente llegada de la Navidad una tarde muy animada en la que no faltó de nada, desde una gran merienda con chocolate, churros, bunyols y orelletes, a la visita de Papa Noel e, incluso, la Asunción.
Sin embargo, antes de todo ello, la veintena de asistentes ayudados por voluntarias como Flora, Dora, María Remedios, Montse, Marina, Mauricio o Alejandra aportaron su granito de arena para que todos aquellos que viven en la calle no se sientan tan solos en estas fechas tan señaladas. Con mucha paciencia, amor, dedicación y con su mejor caligrafía, uno tras otro, rellenó decenas de postales que repartirán el viernes los trabajadores de Cruz Roja que por las noches recorren las calles en los furgones del servicio de Unidad Médica de Emergencia Social.
Según ha explicado este lunes a Periódico de Ibiza y Formentera, Laura Moreno Navarro, jefa del Departamento de Intervención e Inclusión Social, todos los participantes forman parte de las actividades que organiza la entidad «para paliar el sentimiento de soledad y trabajar distintas capacidades que con el paso de los años se van perdiendo».
En este sentido, una veintena de mayores acuden a dos talleres que se imparten semanalmente, uno de estimulación cognitiva y otro de psicomotricidad fina. En el primero de ellos, según Moreno Navarro, «se fomenta la memoria y las relaciones sociales» mientras que en el segundo «se trabaja la coordinación y se les inculca la necesidad de respetar el medio ambiente y fomentar el reciclaje creando verdaderas obras de arte con los botes de cristal de las legumbres que se reparten en el servicio UME».
Así, según la responsable del departamento, todo lo realizado en la jornada de este lunes está directamente relacionado con otra serie de programas como, por ejemplo, el apoyo y la atención a las personas que más lo necesitan y que viven en la calle durante todo el año. «En Cruz Roja siempre intentamos trabajar de forma que todo lo que hagamos esté íntimamente enlazado y por eso más allá de potenciar algunas capacitaciones físicas y mentales inculcamos otros valores y explicamos a nuestros mayores que también tienen ciertos derechos como el del buen trato».