Los comerciantes de la avenida de Isidor Macabich no salen de su asombro. Y es que en la tarde de este lunes observaban atónitos como los operarios que están ejecutando la reforma de la avenida abrían de nuevo una zanja en una zona de la avenida que, en teoría, ya estaba preparada para ser asfaltada. «Es la sexta o la séptima vez que abren zanjas ahí», ha asegurado indignada una de las comerciantes afectadas en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «ahora otra vez tenemos esto lleno de polvo y el ruido es infernal».
Si algo ha sorprendido en los últimos meses a los comerciantes de Macabich ha sido precisamente esta forma de trabajar. Los operarios abren zanjas, las cierran y semanas más tarde las vuelven a reabrir sin que nadie haya explicado a los afectados qué está pasando. Este lunes ha vuelto a suceder lo mismo y la sorpresa ha sido aún mayor porque en la céntrica avenida, al menos en este tramo, parecía estar ya todo preparado para proceder al asfaltado. Un asfaltado que, en teoría, tendría que haber estado listo el pasado 3 de diciembre, según anunció el Ayuntamiento de Ibiza a los comerciantes.
Pero esto pasa en todos los lados. No sólo España. Las obras de calles y carreteras tristemente no se coordina. Para el soterramiento de servicios se subcontrata varias empresas. Aqualia, Endesa (e incluso otra empresa más para cumplir con las normas de poder dar servicio de diferentes redes), telefónica y al menos un proveedor más, gas. Y cada uno hace abrir las zanjas cuando ellos pueden realizar el trabajo.