Los familiares de los usuarios de la residencia Colisée han podido constatar que, tras la reunión mantenida el pasado día 10 de febrero con el responsable de calidad del centro, Toni Guerra, se ha incrementado el número de trabajadores en el centro, aunque «sin organización alguna». En este sentido, explicaron ayer que todavía se pueden ver «pacientes encamados a las 17.00 horas sin merendar, personas deambulando a la hora de la comida por el jardín, mientras los familiares tienen que avisar al personal para que los lleven al comedor y falta de profesionalidad incluso a la hora de hacer las cosas más simples». «Es necesario que haya supervisores de auxiliares de enfermería en cada cambio de turno porque, con esta descoordinación, por mucho personal que pongan el centro no puede funcionar», según insistieron.
Asimismo, hicieron hincapié en que este incremento de personal es un mero «parche». «Tenemos entendido que el personal de refuerzo, además de las dos doctoras que han empezado a trabajar, son temporales», lo que pone en evidencia que, una vez que cumplan con sus contratos, volverá todo a ser como antes. En cuanto a las dos nuevas médicos, han reconocido que, pese a que aún no las conocen, «parece ser que valoran el estado de cada paciente con analíticas incluidas».
Sin embargo, estos días a su vez en estos días que se siguen cometiendo irregularidades a la hora de medicar a los residentes. «Las pautas de las medicaciones no cumplen con los horarios establecidos por la doctora», han señalado, «si hay que darle al paciente una medicación media hora antes de la comida no puede ser que se le dé 10 minutos antes».
Recordaron, a su vez, que en la reunión celebrada el pasado día 10 el responsable de calidad de la residencia trasladó su buena disposición para subsanar las deficiencias «y según sus palabras textuales, se iba a hacer borrón y a empezar de cero». Algo que no comparten la mayoría de los familiares de los residentes, que considera que «hay que buscar responsables por todas las negligencias que se vienen cometiendo y pedir también responsabilidades a quienes lo han permitido que, en definitiva, han sido cómplices», según recalcaron. «No puede ser que se vayan de rositas como si no hubiera pasado nada y sigan ocupando su puesto de trabajo, cuando no son aptos para desempeñarlo», algo que «el propio Toni Guerra sabe. Eso de borrón y cuenta nueva no vale hasta que no se haga una limpieza de personal no apto».
«El personal de esta residencia está tan acostumbrado a hacer las cosas mal que los familiares lo terminan normalizando, lo terminamos normalizando todos y esto no puede ser. Los residentes son personas que han luchado mucho en su vida y no se merecen terminar sus últimos años de esta manera. Que se pongan las pilas todos, no importa el color político, no nos interesa. Detrás de nuestros mayores vamos nosotros, que no se les olvide. Solo pedimos un trato digno hacia todos ellos», reclamaron
Las reuniones
En este sentido, avanzaron a su vez que hay prevista este jueves, a las 18.00 horas, una reunión con la consellera balear de Bienestar Social, Fina Santiago.
Un departamento que, pese a que se va a reunir con los afectados, se ha desvinculado de cualquier tipo de responsabilidad y poder de decisión al respecto. «El Consell d'Eivissa es quien tiene que informar en todo caso a los medios del contenido de la inspección y el alcance de las medidas» a emprender por las irregularidades en la gestión de la residencia, «y es la inspección quien determina dichas actuaciones y medidas», matizaron desde Bienestar Social del Govern. De cualquier forma, anunciaron que ya han pedido formalmente a la administración ibicenca los resultados de dicha inspección al centro, aunque han insistido en que «es el Consell el que debe obligar a la empresa a cumplir con la normativa vigente».
Estas mismas fuentes recordaron que, en caso de que el Consell retirara la autorización a la residencia Colisée, «esto daría pie a la resolución del concierto» que mantiene la Conselleria con el centro. «De todas formas, nos consta que tanto Consell como empresa están actuando para revertir la situación», concluyeron.
Por su parte el Departamento deBienestar Social del Consell d'Eivissa, que se reunirá mañana viernes con los familiares de los usuarios, anunció que activará «mecanismos extraordinarios de asesoramiento y seguimiento de las medidas propuestas por el grupo Colisée en la residencia», tras una reunión mantenida esta misma semana por la consellera Carolina Escandell y el responsable de Calidad del centro, Toni Guerra.
Medidas inmediatas
Unas medidas que se traducen, de manera inmediata, en que un equipo de trabajadores del Consell, coordinados por el director del Hospital Residencia Asistida de Cas Serres, se desplazarán diversos días a la semana al centro para supervisar cómo se aplica el plan de mejora y para aconsejar a los trabajadores del centro en base a su experiencia. Escandell ha explicado que «la prioridad del Consell es que Colisée dé los cuidados que nuestros mayores merecen», por lo que desde su departamento quieren «velar para que el plan de mejora que la empresa dice estar aplicando se cumpla y, además, poder proponer cambios en el mismo que signifiquen una sustancial mejora en el cuidado de todos los usuarios».
Asimismo, el Consell explicó que ha establecido una comisión mixta con representantes de la empresa que se reunirá dos veces por semana para actualizar el estado de aplicación del plan, analizar las posibles modificaciones que se puedan hacer del mismo para mejorarlo y corregir las posibles distorsiones. «Estas medidas extraordinarias», afirmaron desde la máxima institución insular, «son independientes de los mecanismos de Inspección», que paralelamente sewguirán con sus actuaciones.
Por otra parte, el Consell ha vuelto a pedir por escrito el resultado de la auditoría que el Govern balear realizó el pasado mes de octubre al centro, «una información que permitirá al departamento concluir el expediente derivado de la inspección del día 13 de enero», según concluyeron.