La consellera no adscrita Marta Díaz Pascual ha recibido esta semana el auto del Tribunal de Cuentas que confirma que no defraudó a las arcas del Consell d'Eivissa en su etapa como miembro del gobierno insular presidido por el socialista Vicent Torres. Está exultante a pesar de que el supuesto escándalo de los tickets le costó, entre otras cosas, dejar los cargos en el PSOE, abandonar el grupo en el Consell y, además, vender su propio piso para poder mantenerse en esta legislatura como consellera no adscrita. A lo largo de la entrevista insiste en su inocencia y deja ver claramente que aún no entiende por qué los socialistas de Ibiza no salieron en su defensa cuando en casos mucho más graves, como el de la imputación de Josep Marí Ribas Agustinet por presuntos delitos de corrupción, nadie exigió su dimisión. Afirma que está «muy tranquila» y que, en esta etapa de su vida, sí se siente preparada y respaldada para exponer ante los ciudadanos su experiencia con el PSOE. Un partido en el que, según su relato, la envidia está a la orden del día y no se mueve nadie sin que los hermanos Josep Maria y Pilar Costa lo controlen. Todo ello bajo el mando de Francina Armengol, a la que define como «la peor presidenta de Baleares de la historia».
—¿Satisfecha con la resolución del Tribunal de Cuentas?
—Estoy muy contenta. No era un tema para hacer la campaña brutal que se me hizo. Los consellers y otros altos cargos teníamos un dinero para gastos protocolarios y en esto entra, incluso, el adelanto del pago de comisiones de servicio de algunos funcionarios. La gente tiene que entender que yo llevaba Interior, Industria, Comercio, Relaciones Institucionales, la gerencia de FECOEF y, además, era presidenta del Consell Assesor del Dret Civil Propi. No tenía ningún director insular. Pude hacer algún ticket mal. Pero iba reponiendo lo que se gastaba. Al final de la legislatura, en la liquidación total, faltaban 1.500 euros que devolví. No defraudé ni un euro al erario público. Con aquella campaña se tiró por tierra todo mi trabajo.
—¿Cuál es ahora la situación del caso?
—Por lo que sé por la prensa, porque nadie me ha notificado nada, con este auto del Tribunal de Cuentas, al no haber ninguna responsabilidad porque no se ha defraudado al erario público, si algún día me llama el juez de lo penal, iré con este documento y es evidente que no hay caso.
—¿Usted ni siquiera sabe qué juzgado lleva el caso?
—A mí no se me ha notificado nada. Solo hay lo que ha pasado la Fiscalía al juzgado después de que les informara la Oficina Anticorrupción. Pero esta oficina a mí no me ha notificado tampoco nada. Es una oficina política. Me gustaría que se miraran los informes de la Sindicatura de Cuentas sobre la Oficina Anticorrupción.
—En el BNP de esta semana usted aseguró que el candidato socialista al Consell, Josep Marí Ribas 'Agustinet', cree que el partido es una «agencia de colocación». ¿Me lo puede explicar?
—Yo lo conozco y es muy amigo de Armengol. Él siempre quiso ser candidato al Consell pero estuvo muchos años imputado por el caso Eivissa Centre por supuestamente recibir comisiones en B. A él nadie le pidió la dimisión. Su hija es profesora y no tenía trabajo. En la Federación Socialista de Ibiza necesitábamos un auxiliar administrativo. Se hicieron unas pruebas y se presentaron cinco personas, entre ellas, Rafa Ruiz. La mejor con diferencia fue la hija de Agustinet. Ruiz estaba en paro y, según me contaron, su examen fue bastante desastre. A esta chica, que no era activa en el partido, el padre la quiso meter en 2015 como número 3 de la lista al Parlament. Yo era secretaria de Organización y me opuse y él se lo tomó como algo personal. Después colocó a su hijo, que está de diputado en el Parlament y que no se le conocen muchas iniciativas. Y ahí están los contratos de su mujer con el Ayuntamiento de Ibiza.
—¿Por qué usted cuenta ahora estas cosas?
—En su día, cuando aquella campaña, yo me quedé en estado de semishock. Yo, que sí que tengo muertos de la Guerra Civil en la cuneta y que en mi casa me inculcaron que somos una familia humilde pero digna, acepté en un primer momento la dimisión que me pedía el PSOE. Pero dos personas muy cercanas me hicieron ver que no tenía que hacerlo. Muchos militantes de base me dijeron que no dimitiera y menos teniendo en cuenta cómo se había tratado a Agustinet cuando fue imputado. Pero estaba muy noqueada y me dediqué a defender mi actuación en el tema de los tickets. El PSOE ha defendido a todos sus imputados menos a mí. Ahí está Aida Alcaraz, que tiene apertura de juicio oral y es candidata. Ahora, con el tiempo, puedo hablar más tranquila. Yo no quiero volver a presentarme, aunque algunos partidos han hablado conmigo. Hay que dar paso a otra gente. A ver si esos que llevan 30 y 40 años aprenden un poco.
—Los hermanos Costa, Pilar y Josep Maria, llevan décadas dominando el PSOE en Ibiza. ¿Cómo es posible que hablen de regeneración cada vez que toca votar?
—Vicent Torres y yo pensábamos que nuestra llegada iba a servir para regenerar el partido. Éramos nuevos, teníamos nuestros propios trabajos… Y en otras agrupaciones me advirtieron contra el clan de los Costa. Con Pilar yo siempre me había llevado bien. Fue ella la que me ofreció la Dirección General de Justicia de Baleares. Y dentro del partido la defendí. Incluso propuse que fuera ella quien encabezara la lista al Parlament. Pero me ha defraudado. Vicent Torres y yo hicimos un escrito desde el Consell exigiendo una serie de temas a Armengol y Pilar Costa nos dijo que eso no lo podíamos hacer, que había que hacer lo que dijera Francina. Armengol defiende Mallorca y, sobre todo, Palma. Para ella, Ibiza es el último mono.
—Me han contado que el partido le pidió a usted que no fuera en minifalda a las reuniones. ¿Eso es cierto?
—Sí, me lo pidió el secretario general, que era entonces Vicent Torres. Como persona es muy majo pero es un hombre al que no le gusta el enfrentamiento. Y lo debieron azuzar mucho. Me dijo que no podía ser que la secretaria de Organización, que era yo, fuera en minifalda. Luego me pidió disculpas pero esto venía de las mujeres. A algunas les molestaba que yo era muy activa en redes sociales y tenía muchos seguidores. Esto me creó muchas envidias. Y, tristemente, vienen de mujeres del partido. Yo entiendo que tengo un perfil que puede no gustar a algunas personas. Me gusta cuidar mi físico y me importa un bledo si me pongo una minifalda o un vestido ajustado. Pero está ese falso feminismo que no soporta a una mujer como yo. Puedo dar una apariencia frívola pero la realidad es que, dentro del PSOE, soy la que tiene un mejor curriculum profesional.
—¿Son las mismas mujeres que se mantuvieron calladas ante el escándalo de las menores tuteladas prostituidas?
—Efectivamente. Eso sí que es un escándalo grave porque los menores son el ente más vulnerable que tiene una Administración pública. Este caso es gravísimo pero lo han tapado porque afecta directamente a Francina Armengol. Son feministas de boquilla.
—Josep Maria Costa está imputado en el caso Puertos. No se sabe en calidad de qué declarará Rafa Ruiz. Agustinet tiene también vínculos con las administraciones implicadas. ¿Se podrían haber hecho las cosas de otra manera para que el Club Náutico se mantuviera en manos de sus actuales gestores?
—Yo soy jurista y tengo claro que sí. Bastaba con modificar la ley y declarar el club de interés social. Todos estamos de acuerdo en que el Náutico es para la gente de Ibiza, no para que los vengan a especular. Pero siempre hay que hacer las cosas dentro de la legalidad. Los puertos tienen mucho poder. Mire todos los negocios que hay en Marina Ibiza.
—Es curioso porque ha sido el partido que dice que rechaza la especulación es el que ha puesto estas instalaciones públicas en manos del gran lujo.
—Efectivamente. Y ahí tiene responsabilidad Rafa Ruiz. Pero en el caso Puertos, cuando Armengol se vio acorralada, sacó a Gual de Torrella, semanas después de que fuera detenido. Y después sacó también de la Autoridad Portuaria de Baleares a Marc Pons y a Pilar Costa. Ambos eran sus representantes en el consejo de administración. No hay que ser muy listo para saber por qué lo hizo. Yo conozco a la magistrada que lleva el caso, Martina Mora, y es una profesional como la copa de un pino. Si está prorrogando el secreto de sumario es porque está investigando a fondo. Armengol cesó a Pons y Costa porque debió ver que la cosa no estaba bien pero a ella la nombró portavoz del PSIB en el Parlament y a Pons lo mandó al Gobierno central. Ahora tiene a Juan Pedro Yllanes y a Agustinet, que lo nombró director de Ports de Balears. Siempre favorece a los suyos. Le recuerdo que por ir a los consejos de administración de la Autoridad Portuaria se pagan unas dietas que rondan los 900 euros.
—Me sorprende cómo maneja Armengol el partido y las instituciones.
—Yo me arrepiento de haberla ayudado a ganar. Aina Calvo hubiera sido mucho mejor presidenta para Baleares y para Ibiza. La gente en el partido, altos cargos del Govern, le tiene temor. Lo vi cuando Patxi López y Pedro Sánchez se disputaron la dirección del PSOE. Ella se puso del lado de Patxi López y yo voté a Sánchez. Pero hubo socialistas que apoyaron a López porque, si no, se quedaban sin cargo. Gente que no tiene ni oficio ni beneficio y que hacen que la política sea cada vez más mediocre.
—Tenemos diputadas en el Congreso como Sofía Hernanz, con una actividad bastante pobre.
—Su actividad es nula. Y, encima, ha votado en contra de que los funcionarios puedan tener el plus de insularidad en esta isla en una propuesta del diputado del PP Miquel Jerez. ¿Qué iniciativas ha tenido ella para Ibiza? Eso sí, el marido, Santi Ferrer, al que no se le conoce por ser un economista brillante, está cobrando 160.000 euros al año como consejero en Enagas. Y ella está en la Mesa del Congreso. ¿Este es el PSOE que nos representa?
—En el BNP usted también denunció que personas como Xico Tarrés o Patricia Abascal pagaban con el dinero que daba el Consell al grupo del PSOE su asistencia a cenas benéficas. ¿Por qué lo hacían?
—No lo sé. A mí lo que me molesta es que yo no he estado ni estoy imputada y me dijeron que tenía que dimitir y Patricia Abascal afirmó que lo mío «no es ético». Lo dijo ella, que el Consell le pagó un curso de protocolo de 1.500 euros, que tenía que habérselo pagado ella o el partido. O el escándalo relacionado con su hija, que siendo Abascal consellera, le adjudicaron alguna cosa. Yo iba a cenas benéficas porque a la gente le gustaba que fuera. Y eso es dinero porque yo me las pagaba todas. Abascal me sugirió que lo pagara del dinero del grupo del PSOE en el Consell. Ella, que se negaba a ir a actos como fiestas patronales para ayudar a que se nos conociera a mí y a Vicent Torres, sí que iba a estas cenas benéficas del Lío con su pareja y pagando de la caja del grupo socialista. Iban ella, Xico Tarrés y Juanjo Ferrer con sus respectivas parejas. No me puede dar lecciones de ética.
—Me sorprendió mucho el tema del ‘Melrose Place socialista' de Formentera.
—Yo para mantenerme como consellera no adscrita, he tenido que vender mi piso. Y allí en Formentera está el Melrose Place socialista. Agustinet tiene ahí su casa a nombre de una empresa. Y también tienen casa Pilar Costa y Xico Tarrés. Esta gente quiere perseguir a los que tienen viviendas vacías, pero tienen estas de Formentera vacías. Y no pueden alquilarlas turísticamente. ¿Por qué no se la alquilan a este profesor que está durmiendo en una hamaca? Esto es lo de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Le pongo otro ejemplo. Pilar Costa se rasga las vestiduras con lo de Vicent Marí y ‘La vida islados' y exige que dé explicaciones. Pero no se las pide a nadie por el caso Puertos, cuando va a tener que declarar Rafa Ruiz, su hermano está imputado y ella estaba allí. Patxi López pide explicaciones a Vicent Marí pero no las da sobre Tito Berni. Estamos hablando de prostitución, cocaína… ¿Este PSOE me a va a hablar a mí de ética?
—Usted dice que se sigue sintiendo socialista. ¿Tiene remedio el PSOE de Ibiza?
—Mientras esté esta gente, no. No puede ser que Agustinet lleve 40 años o que Pilar Costa lleve 30. En los estatutos del PSOE dice que no puedes repetir más de dos legislaturas en el mismo puesto pero Pilar Costa va por tercera vez como cabeza de lista al Parlament. Tampoco se puede cobrar por dos cargos públicos y ella lo ha hecho. O el PSOE se renueva o en Ibiza no tiene futuro.