El rancho Can Dog ha celebrado este miércoles una jornada de puertas abiertas para salir al paso de las últimas irregularidades que se han denunciado sobre sus instalaciones, que según ha señalado su propietario, José Aranda, están totalmente injustificadas.
Aranda ha recordado que lleva trabajando 50 años con animales, 20 en Madrid y 30 en Ibiza, y que se trata de una empresa particular que ha financiado él en su totalidad. «Aquí no ha invertido dinero nadie más que yo de mi propio bolsillo», ha recordado. Unas inversiones que se centran en el «alquiler de una finca de 65.000 metros cuadrados donde hemos montado unas instalaciones de primera categoría», según ha relatado el propietario de Can Dog mientras guiaba una visita por las instalaciones.
Aranda ha recordado que el rancho empezó exclusivamente con caballos y con el adiestramiento de perros, y que en la actualidad cuenta con casi todo tipo de animales. «Tenemos una pista de adiestramiento de 2.000 metros cuadrados», ha explicado Aranda, además de una piscina para que se bañen tanto perros como humanos «que es una novedad que vamos a poner en marcha este año».
Además, las instalaciones cuentan con capacidad para 140 perros, unos 60 gatos, y otras 30 o 40 plazas para otro tipo de animales «como caballos, ovejas, cabras, cerdos…. de todo», ha confirmado Aranda, quien ha manifestado a su vez que Can Dog cuenta con 18 grandes parques donde salen los perros a jugar, «algo que no tiene nadie».
Ha avanzado a su vez que en la pista de agility, donde se realiza el entrenamiento de los perros, también se va a empezar una nueva actividad, que es el adiestramiento de los canes para catástrofes, «algo que ya hicimos en una ocasión para los bomberos».
Además de las instalaciones destinadas a animales, Can Dog cuenta a su vez con una zona para barbacoas, un área para hacer cursos y espacios para conferencias.