El Ayuntamiento de Sant Antoni ha puesto en marcha una temporada más la Unidad Territorial de Playas de la Policía Local, que se creó hace tres años y que está formada por cuatro agentes que, en bicicleta o moto acuática, combaten los pequeños delitos y la venta ambulante en las playas del municipio.
Según ha explicado el alcalde del municipio, Marcos Serra, dada la buena acogida que ha tenido esta unidad entre vecinos, hoteleros y comerciantes de la zona, el hecho de que cada vez las temporadas son más largas y los buenos resultados que ha obtenido desde su creación en el año 2021, este año «hemos optado por adelantar 15 días su puesta en marcha». El año pasado se saldó con un total de 147 denuncias interpuestas por estos agentes.
Serra ha reconocido que se trata de una unidad excelente «para operar en Cala Salada y Cala Saladeta, dos zonas de difícil acceso para los agentes». «Antes, cuando llegaban las patrullas a estas playas», ha recordado el primer edil de Sant Antoni, «muchas veces los infractores ya habían desmontado. Ahora llegamos con el factor sorpresa con las motos de agua», ha incidido.
De hecho en la jornada del domingo, primer día que se sacaron las motos acuáticas para hacer pruebas previas, «ya se interpusieron dos denuncias en Cala Saladeta por la venta ambulante de frutas y bebidas», ha manifestado Marcos Serra, que ha recordado a su vez que a finales del verano pasado «prácticamente se había erradicado la venta ambulante en las zonas de Cala Salada y Cala Saladeta, que era una demanda histórica de los vecinos».
Por su parte la concejal de Policía Local de Sant Antoni, Neus Mateu, ha hecho hincapié en que uno de los objetivos de la Unidad Territorial de Playas, «que es muy visual, es que vayamos a la baja en el número de denuncias de venta ambulante, lo que querrá decir que hacemos muy buen trabajo de prevención y disuasión con la presencia de los agentes».
Por otra parte, Marcos Serra ha anunciado que la oficina compartida entre la Guardia Civil y la Policía Local ubicada en el Paseo de las Fuentes, se trasladará a un lugar más cercano a la playa del Arenal. «Ya está listo el proyecto», ha asegurado. «Después del verano se procederá al derribo de un antiguo quiosco que había en la zona para convertirlo en unas oficinas compartidas que dispondrán de diferentes salas y despachos para atender a los turistas y los vecinos de la zona que quieran o bien poner una denuncia o hacer alguna reclamación», ha concluido.