La plataforma Salvem sa Badia de Portmany ha denunciado públicamente este jueves la instalación de un campo ilegal de boyas con fines lucrativos frente a la orilla de Es Port des Torrent.
En un comunicado, han explicado que vecinos de la zona han denunciado ante la asociación este hecho aportando fotografías y un vídeo que demuestran la colocación, hace pocos días, de entre 25 y 30 boyas destinadas al alquiler del fondeo de embarcaciones.
Esta iniciativa es «particularmente grave», según Salvem sa Badia ya que las boyas se han instalado en su mayoría sobre posidonia, afectando a buena parte de la pradera existente en el flanco norte de la orilla. Además, aseguran que las boyas no tienen ningún permiso ni autorización y, asimismo, se sitúan en una zona cuyos fondos habían sido limpiados hace un mes mediante una operación conjunta llevada a cabo por el Ayuntamiento de Sant Josep y la asociación Submon.
En este operativo de limpieza participaron nueve buzos y dos embarcaciones con grúa y la operación culminó con la retirada de más de 12.000 kilos de residuos dedicados en su mayor parte al fondeo ilegal, hallados sobre todo en Es Port des Torrent y Cala de Bou. El operativo contabilizó entre 160 y 180 muertos ilegales, muchos de ellos situados sobre la pradera de posidonia, «muy dañada» por la acción provocada por estos elementos y las cadenas.
En el operativo, desde la orilla se pronunciaron insultos y se arrojaron piedras, presuntamente, por parte de quienes explotan estos elementos.
Según han informado personas vinculadas al sector turístico en la zona, se trata de una empresa que fue concesionaria de servicios náuticos en esta playa y que en los últimos años ya se dedicaba a alquilar boyas para que fondearan yates y lanchas, ofreciendo además un servicio de transporte con neumática para conducir a sus clientes a la orilla y desde ésta a sus barcos.
Este antiguo concesionario, que ya no dispone del negocio, sería, según testigos presenciales, quien ha vuelto a instalar el campo de boyas con la intención de seguir explotándolo siguiendo un modelo de negocio similar al de Porroig. Según Salvem sa Badia, las autoridades ya están informadas al respecto e incluso hay denuncias.
Para Salvem sa Badia, «esta acción constituye una nueva agresión al medio marino que las autoridades correspondientes deberían remediar con urgencia, ahora que aún es sencillo, ya que la gran mayoría de estos elementos de fondeo están sin ocupar. Las consecuencias de su instalación se irán agravando según avance la temporada, cuando las boyas se llenen de embarcaciones y persista el 'rasgueo' de cadenas sobre la pradera de posidonia, que en Baleares está protegida por decreto desde julio de 2018».