La Operación Verano del Ministerio de Interior ya está en marcha y, con respecto a Ibiza, significa la activación del refuerzo con que cuenta el Cuerpo Nacional de Policía en la isla de cara a la temporada alta. Así, ya se han trasladado hasta la mayor de las Pitiusas dos unidades de Prevención y Reacción (UPR) procedentes de Madrid que, en estos momentos, operan con agentes establecidos en la isla en «labores de seguridad ciudadana y de refuerzo de la comisaría», según han explicado fuentes del ministerio.
Además de estas dos unidades, ya se ha desplazado hasta Ibiza una unidad de motos y un grupo de agentes de la BRIC (Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina) que opera en el Aeropuerto. Las mismas fuentes de Interior han indicado que todos estos agentes estarán en Ibiza hasta finales del mes de junio. De cara a la temporada alta y hasta septiembre se trasladarán a Ibiza unidades procedentes de Palma para desarrollar el mismo trabajo de refuerzo de la plantilla que ya opera en la isla.
La Operación Verano del Ministerio de Interior tiene como objetivo incrementar la seguridad en las zonas turísticas de España ante la llegada masiva de visitantes. En el caso de Ibiza, estos policías se dedican a cuestiones como la persecución de los hurtos y de los carteristas o la vigilancia de zonas especialmente transitadas por el turismo. Además, trabajan también en las zonas de ocio nocturno, en las que su función es «evitar problemas como, por ejemplo, las peleas». En el caso del aeropuerto, los agentes de refuerzo controlan cuestiones como la inmigración ilegal y la falsedad en documentos.
En la comisaría, según han explicado fuentes del ministerio, se analizan cada día cuáles pueden ser las «zonas calientes» con el fin de incrementar en las mismas la presencia policial y teniendo en cuenta lo sucedido en las jornadas anteriores. «Se revisa cada día en función de los datos», han abundado, «y se actúa».
El problema más grave para poder ampliar el personal de la comisaría de la Policía Nacional en Ibiza es el de la vivienda. Sin embargo, los agentes que forman parte de la Operación Verano no se verán afectados pues, según han señalado desde el ministerio, llegan a Ibiza «con hoteles ya contratados» por Interior.
La Operación Verano se ha activado también en otros puntos del archipiélago como Palma. En este caso, según ha informado Interior en un comunicado, «se ha incrementado la presencia policial en diversos lugares de Ciutat, preferentemente en Playa de Palma, aeropuerto de Son Sant Joan y zona centro, al objeto de prevenir diversos delitos». En Playa de Palma y en el casco histórico de la capital balear el dispositivo ya fue activado a finales de abril con los Grupos Operativos de Respuesta (GOR) y la unidad de Motos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana. Estos agentes, además, trabajan en colaboración con los de la Policía Local palmesana.
Desde el día 1 de este mes, además, se han sumado «las unidades de refuerzo de la Operación Verano, en particular de las UIP, UPR de diferentes plantillas, Brigada Móvil-Policía en el Transporte, guías caninos y la BRIC». Estos refuerzos patrullarán las calles «para la prevención de la seguridad ciudadana y, en su caso, del orden público con referencia a las UIP y UPR». La Brigada Móvil, por su parte, «tendrá especial incidencia en los medios de transporte, tanto en el trayecto de los ferries que transportan pasajeros desde la Península y entre islas, como en trenes, metro y estaciones de autobuses que comunican la capital balear con la Part Forana».
Hasta el momento, según Interior, los agentes que forman parte de la Operación Verano han detenido a más de 50 personas, «la mayoría de ellas por hurtos de diferente especialidad, tanto carteristas como descuideros». Detenciones que, en general, se han producido en el momento de los hechos y con delincuentes «pertenecientes a varias nacionalidades».
Sobre el tipo de delitos, los más habituales son los hurtos, con carteristas y descuideros. Suelen actuar «en la arena de la playa por las noches, aprovechando que los turistas acuden para bañarse, mantener relaciones o reunirse en grupo». También se producen hurtos en establecimientos hoteleros «a clientes que dejan sus pertenencias en las inmediaciones de la recepción o entrada del hotel». Lo mismo sucede en restaurantes, donde los turistas «dejan bolsos y bandoleras colgadas de las sillas, siendo sustraídas por parte de los malhechores de forma rápida y sigilosa». Otros delitos detectados, aunque menos habituales, son los robos con violencia e intimidación, agresiones y estafas, además del tráfico de drogas.