Una bañista, el patrón de una barca y agentes de la Policía Nacional unidos en una intervención vital. Ocurrió la noche del pasado sábado y entre todos rescataron a un individuo que trataba de suicidarse dentro del agua, autolesionándose con un cristal.
Según informaron fuentes policiales, la alarma saltó en torno a las 20.15 horas, cuando la sala 091 recibía el aviso de un intento de autolisis por parte de un hombre que se encontraba en una playa de Ibiza.
Las mismas fuentes relataron que a la llegada de los agentes, el hombre «se encontraba dentro del mar, a unos cuarenta metros de la orilla y con un cristal en la mano realizándose cortes, mientras una turista se encontraba a pocos metros del individuo tratando de calmarlo».
Varios policías se despojaron de su indumentaria oficial y paralelamente se aseguraba la zona para no poner en riesgo la intervención, todo ello con la intención de proteger la integridad del individuo.
Los agentes observaron a un hombre amarrando una lancha neumática y le solicitaron su colaboración.
El patrón de la embarcación, colaboró y siguió las indicaciones de los agentes en todo momento consiguiendo llegar a la altura del individuo de manera cuidadosa, con el fin de ganarse su confianza, limitando a su vez la zona de huida hacia zonas más profundas.
Asimismo, la Policía destacó la labor de la turista que se encontraba en el lugar y que continuó mediando con el individuo hasta la llegada de los agentes, siendo relevada por uno de ellos al verse sobrepasada por la situación.
Durante la mediación, los agentes observaron que el hombre no entendía el castellano, intentando incluso por gestos que cesara en su actitud, momento en que el individuo intentó rajar la lancha con el cristal que llevaba.
El agente que estaba mediando aprovechó una distracción del sujeto para agarrarle y garantizar su protección.
Las mismas fuentes resaltaron que gracias a la ayuda y pericia del patrón, los dos agentes que se encontraban en la lancha se lanzaron al agua tras observar la rápida actuación del otro agente, inmovilizándolo rápidamente, para a continuación trasladarle entre los tres policías hasta la orilla.
Una vez fuera de peligro, el hombre fue atendido por los servicios sanitarios debido a los cortes que presentaba. Posteriormente, fue trasladado en ambulancia a Can Misses para realizarle una evaluación psiquiátrica, siendo acompañado en todo momento por uno de los agentes.