La Policía Nacional en Baleares ha puesto en marcha los dispositivos de inmovilización electrónicos, lo que popularmente se conoce como pistolas eléctricas.
Según informa la Policía Nacional a través de un comunicado, estos dispositivos inmovilizan eléctricamente al individuo a quien se le dispara, provocando una paralización muscular que, según precisan, no es letal.
«Hay que añadir que cuando se desenfunda la pistola eléctrica se activa una cámara de grabación, que registra toda la acción hasta que se vuelve a enfundar», precisan desde la Policía Nacional. Este gesto «sirve para proteger los derechos tanto de los ciudadanos como del agente de policía que la utiliza».
En Baleares hay un total de 27 dispositivos destinados entre todas las plantillas. En Menora hay cuatro, en Ibiza se han destinado un total de seis y otros 17 se han distribuido entre Palma y Manacor (Mallorca).
Los agentes de Policía Nacional que las van a usar han sido formados para su correcta utilización. Según precisan, se trata de agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.