Antoni Vera (Palma, 1973), responsable del área de Educación en el Govern de Marga Prohens, sigue muy preocupado por el estado en el que ha encontrado las infraestructuras educativas en Ibiza tras ocho años de gestión del PSOE. Vera tiene claro que Ibiza es «una prioridad» y, a la vez, no pierde de vista otras cuestiones que urge resolver como la falta de docentes. Un escenario en que el conseller está actuando rápidamente pero que tendrá difícil solución si no hay colaboración por parte del Gobierno central y, sorprendentemente, del sector hotelero. En este mismo escenario, además, ha de buscar solución para problemas endémicos en el sistema educativo de las Pitiusas como el abandono escolar o la falta de recursos para los alumnos con necesiades educativas especiales.
—El Gobierno central propone pagar a los profesores que impartan lo que ahora llaman «matemáticas socioafectivas». ¿Por qué pagar a los docentes por hacer aquello que indica la ley?.
—El presidente Sánchez ha salido con esto de las matemáticas afectivas esta mañana (por el martes). La verdad es que muchas veces no entiendo el lenguaje del sanchismo. Cuando dijo que había que implantar refuerzos en matemáticas y en comprensión lectora lo que estaba haciendo era enmendar su propia ley. Es lo que le hemos dicho nosotros muchas veces, que la LOMLOE no es una buena ley educativa. Es una ley que no valora el contenido ni los conocimientos.
—En el caso de Ibiza, dada la situación de nuestras infraestructuras educativas, parece que será difícil implantarla.
—Yo me he reunido ahora con todos los sindicatos y la verdad es que aquí se está sufriendo muchísimo. Las infraestructuras están en muy mal estado en toda la isla. En institutos como el Quartó de Portmany hasta las aulas modulares, los barracones, están ya completamente dejados, en una situación terrible. Es un centro que necesita una reforma integral. En el Xarc ya estamos interviniendo. También en el CEIP Vara de Rey de Sant Antoni. En Can Misses, en Sant Ciriac… y un largo etcétera. Y tenemos el problema añadido de que no se habían previsto nuevas infraestructuras. Nosotros hemos empezado la redacción del nuevo instituto de can Cantó y del nuevo CEIP de Santa Eulària. Pero esto no va a bastar porque, en estos momentos, tenemos que ser conscientes de que los institutos de Vila están saturados. En sa Colomina vamos a tener que poner dos aulas modulares para el próximo curso porque tienen a más de 30 alumnos en las aulas de Bachillerato. Y los primeros tienen que hacer un grupo más por la cantidad de alumnado que tienen. En Sant Josep, el instituto de Sant Agustí está ya lleno y hay que tener en cuenta que, desde ses Planes, el año que viene subirán dos sextos. Le expongo diferentes casos para que los ciudadanos sean conscientes de que el profesorado de Ibiza y Formentera tiene una sobresaturación, sobre todo en Ibiza. Y esto es así porque las infraestructuras están mal. Hemos de intervenir y hemos de ser conscientes de que se ha hecho muy poco en todo este tiempo. Arreglar esto lleva un tiempo. Esperemos que sean una realidad el nuevo instituto de Vila y el nuevo colegio de Santa Eulària pero evidentemente hay que actuar más. Por este motivo vamos a firmar convenios con los ayuntamientos para que nos ayuden con las pequeñas reformas porque no podemos llegar a todo. Otro problema es la Escuela de Artes y Oficios, que hay que hacer una nueva porque ahora están metidos en un diseminado de Sant Josep. El CEPA de Ibiza está ahora mismo también en una situación lamentable y no pueden estar como están porque no es digno.
—Cuando usted vino a Ibiza por primera vez como conseller, ¿qué se le pasó por la cabeza como persona, al margen de la política y del cargo?
—Como persona me sorprendí muchísimo. Y, además, cuando vimos cómo estaba el Xarc tuve claro que había que precintar. Lo que pensé fue «esto se precinta, yo no quiero ser responsable». El edificio anexo no tenía ni las condiciones de salubridad. ¡Era terrible! No se merecen esto. No es lo mismo decir esto en Ibiza que en Mallorca o en Menorca. Y lo he dicho muchas veces en el Parlament, Ibiza es una prioridad porque está todo en muy, muy, muy mal estado. Hay centros con baños de hace 50 años, con la cisterna arriba. La dejadez ha sido absoluta.
—¿Se puede achacar esta dejadez a la desidia o al afán que parece que tenía el anterior Govern de perjudicar a Ibiza?
—Yo no me puedo aventurar a decir cuál era el motivo. Pero sí puedo decir que, cuando hice el traspaso de poderes con el gerente del IBISEC, cuando me dijo los cumplimientos que ellos hacían en cada isla, Ibiza estaba muy por debajo de todas y lo que me dijo fue que aquí era todo mucho más complicado. Yo le he pedido a los diputados ibicencos de la oposición en el Parlament que me ayuden, que todos hemos de ser conscientes de la situación que hay y de que hay que revertirla. En Ibiza, además, se añade el problema de que cada día están llegando alumnos para escolarizar y no tenemos sitio. Los centros están llenos.
—¿Y qué se hace en esta situación?
—Ahora vamos a crear más plazas y vamos a hacer el nuevo mapa escolar para ver dónde tenemos que crecer más. Pero las infraestructuras no se hacen de hoy para mañana. Este año será todo para proyectar. Hay dos infraestructuras en marcha pero este año es para proyectar y así el año siguiente licitar y hacer la obra. Si nosotros conseguimos tener el proyecto de Santa Eularia en agosto o septiembre, lo sacaremos a licitación. No tenemos un problema de financiación sino de tiempo. Es un problema de manos. Mientras tanto, haremos convenios con los ayuntamientos. Les pasaremos una parte del dinero para que se hagan cargo de pequeñas reformas, además del mantenimiento.
—Tal y como habla, lo de tener centros educativos punteros en Ibiza se me antoja imposible.
—Yo lo que sí tengo que decir, y lo digo con total sinceridad, es que en todos los centros los equipos docentes son de 10. Están muy implicados en el día a día. Los equipos directivos también. Mientras haya esta ilusión de los docentes por continuar trabajando y mejorando, podremos ser muy punteros en otras áreas que no son las infraestructuras, aunque intentaremos mejorar el máximo posible.
—El retorno del castellano a las aulas va a ser uno de los puntos calientes de la legislatura. Usted es licenciado en filología catalana y ha sido director del Institut d'Estudis Balearics y adjunto a la dirección del Ramón Llull. ¿Le duele el acuerdo con Vox?
—A mí me hubiera dolido algo que hubiera variado la normativa lingüística. Pero nuestro acuerdo con Vox es muy claro. Es un plan piloto que se basa en tres premisas: voluntariedad, autonomía del centro y respeto absoluto a la normativa actual, que es el Estatuto de Autonomía, Ley de Normalización Lingüística, decreto de mínimos y ley balear de educación.
—Uno de los problemas de la educación en Ibiza es que los chavales dejan el sistema en cuanto acaban la ESO. Todos los consellers de Educación han dicho que lo resolverían. ¿Qué tiene usted previsto?
—Es un problema grave. Yo lo he vivido en las aulas como profesor hasta hace muy poco. Por un lado, está el alumno que abandona. Para este hemos de habilitar una parte de FP básica para que después puedan titular en Secundaria y continuar. Es importante en estos alumnos establecer el apoyo de mucho personal que no es docente, sino de psicólogos, trabajadores sociales… son alumnos que salen un poco del sistema y que hay que ayudarles porque están en un momento muy vulnerable. Luego está el problema de nuestra situación en sí. Somos unas islas con un mercado laboral en verano que hace que cualquier chico joven de 18 años pueda tener un buen sueldo en la hostelería. Esto hace que haya un abandono y que no continúe formándose. Ante esta situación, necesitamos más apoyo y pedagogía en las edades ya tardías de Secundaria para que el sistema no pierda a este alumnado y necesitamos crear más plazas de FP de las familias profesionales que este alumnado demanda. Se quedan sin plazas y abandonan. Yo he sido profesor de 4º de la ESO y todos quieren, por ejemplo las FP de Informática y de Auxiliar de Enfermería. Hay pocas plazas y se entra según la nota media. Los alumnos con un 5 lo tienen muy difícil y salen del sistema. Esto va parejo con otro problema: la falta de espacio e infraestructuras hacen que en Ibiza se tenga que ofertar FP de tarde porque no hay espacio de mañana. Un alumno de más de 20 años es maduro y es consciente de que tiene que ir por la tarde a clase. Pero uno de 16 o de 18 años muchas veces se pierde si va de tarde. El gran problema que tenemos en FP es el abandono a pesar de que el tejido empresarial nos demanda titulados. La nueva ley de FP nos permite crear nuevas titulaciones y más plazas de las más demandadas. Así que tenemos que hacer esto y dar más personal de apoyo a este alumnado que, en muchos casos, se puede perder. Y todo esto ha de ir aparejado con nuevas infraestructuras educativas como centros integrales de FP.
—¿Se va a hacer algo concreto en Ibiza en este sentido?
—Sí, en colaboración con el Consell d'Eivissa, se va a ampliar el centro de FP de can Marines, en Santa Eulària. Esto se hará gracias al Consell. Su colaboración es valiosísma. Vamos a hacer la nueva Escuela de Idiomas en sa Coma, en un terreno que cede el Consell, que además tiene ya hecho el proyecto. En breve vamos a firmar el convenio y lo vamos a llevar a cabo. Y ahora vamos a poner en marcha la ampliación de can Marines en unos terrenos que también son del Consell. Yo creo que va a poder ser una realidad pronto.
—Otro problema de nuestro sistema en Ibiza es que los centros saben cómo empieza el curso pero no cómo acaba porque muchas familias se van de la isla en ese periodo. ¿Cómo afecta esto a los centros?
—Aquí no pasa tanto porque sigue viniendo gente. Es verdad que hay familias que se van uno o dos meses pero vuelven. De cualquier manera, aquí estábamos por debajo de todos los recursos necesarios. Hemos tenido que crear plazas de ATS porque no había ninguna. Si por lo menos hubieran estado creadas, solo tendría que haberlas dotado económicamente. Pero no estaban creadas. Ahora hemos creado 21 plazas y crearemos muchas más.
—Sorprende que esto haya pasado con un Govern de partidos que defienden la educación inclusiva y que promueven el cierre de los centros de educación especial.
—La inclusión tiene que ir pareja a recursos. Nosotros hemos tenido situaciones muy complicadas en centros de Ibiza. Encontrar un AT no es fácil. Nosotros siempre hemos defendido que las familias deben tener la libertad de elegir entre centros de educación especial y centros inclusivos. Pero los inclusivos tienen que ir dotados. Nosotros ya tenemos previsto para el próximo curso que todos los centros de Baleares tengan en plantilla un AT y, después, dependiendo de las necesidades, se dotará de más. Por eso estamos creando las plazas. En Primaria, además, los centros de más de dos lineas tendrán orientador, que es una figura muy importante, toda la semana, y los centros de una línea pasarán de dos días a tres. Las escuelas unitarias como las de Santa Agnès o Sant Mateu pasarán de un día a dos. De esta manera, no vamos a paliar el problema pero sí taponar un poco. Evidentemente, vamos a tener que poner recursos para atención a la diversidad. Hay que ver las situaciones y circunstancias directamente, ver la realidad. Creo que hay que ir a todos los centros y esto es algo que los funcionarios de Palma deberían hacer.
—En una entrevista con este periódico, la presidenta del Consejo Escolar, Pepita Costa, pidió abrir el debate sobre la jornada intensiva porque las familias no creen que beneficie ni a los alumnos ni a ellos mismos. Además, el Govern se comprometió a hacerse cargo de las actividades extraescolares pero no ha hecho nada. ¿Se plantea algo al respecto?
—En este momento, no. De hecho, se habló por encima en la Mesa de Enseñanza Pública y es un tema que por ahora no. En Baleares creo que solo hay un colegio de Calvià que haga horario de mañana y tarde. Los demás son todos horario intensivo. Creo que este debate hay que posponerlo por ahora porque tenemos otros frentes abiertos.