El Ayuntamiento de Eivissa ha sido el primero de Baleares en concluir la elaboración de un censo de edificios que contengan amianto. De momento, el Consistorio ha localizado hasta 400 inmuebles cuyas cubiertas fueron construidas con este peligroso material. Un material que, no obstante y según la Comisión Europea, «solo es peligroso si se fragmenta y las fibras se transmiten por vía aérea». Si se inhalan estas fibras, «pueden provocar enfermedades graves» aunque «son muy raras entre las personas que no se exponen a grandes cantidades de amianto».
A pesar de ello, una ley de 2012 obliga a las Administraciones a retirar este material de los edificios públicos antes de 2028. En el caso de Ibiza, el Consistorio ya ha procedido a su retirada en algunos inmuebles de su propiedad y quedan pendientes las intervenciones en las instalaciones del Mercat Nou y del Mercat Pagès. Una vez que se analice la situación de ambos establecimientos, el Ayuntamiento tendrá que preparar un proyecto para la retirada del amianto, según ha explicado este lunes el concejal de Medio Ambiente, Jordi Grivé.
En el caso de los edificios privados, la UE ha fijado 2032 como límite para la retirada del amianto en este tipo de inmuebles. El Estado español aún no ha adaptado su legislación a la norma comunitaria por lo que Vila deberá esperar a ver cómo actuar. La técnico municipal de Medio Ambiente, Bárbara Pohlkotte, ha explicado que el amianto «es peligroso cuando es manipulado». El problema para los ciudadanos es que el fin de la vida útil de este material provoca que sus fibras acaben en el aire. «Por eso hay que retirarlo cuanto antes», ha señalado Pohlkotte.
En cuanto al censo en sí, la técnico municipal de Medio Ambiente ha explicado que se ha realizado con fotografías aéreas de alta resolución que han permitido «detectar el amianto presente en edificios de todo el municipio». Estas fotografías se han analizado con un sistema de Inteligencia Artificial «que evalúa las imágenes» y con datos del Catastro. «Ahora hay que ir paso a paso para la retirada», ha añadido. Tras la elaboración del censo, el Ayuntamiento ha desarrollado una web vinculada a la página municipal en la que los ciudadanos pueden consultar qué edificios están afectados por este problema y, además, notificar la existencia de otros inmuebles en lo que pueda haber amianto.
«El censo», señaló Pohlkotte, «sirve para saber lo que hay y se está haciendo en todo el país. A partir de ahí, se decidirá». Será entonces, además, cuando se sepa si los propietarios de estos inmuebles podrán acogerse a algún sistema de ayudas para el cambio de las cubiertas de los mismos o sí tendrán que sufragarlo en su totalidad. «Habrá que estudiarlo», ha concluido Jordi Grivé al respecto, «pero aún no está hecha la ley en España».