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Los ‘okupas del lujo' de un edificio en Ibiza se van tras recibir dinero

Los vecinos de Botafoch señalan que, tras esta usurpación, se han instalado alarmas y han reforzado la seguridad de sus hogares para evitar una nueva okupación

Las zonas lujosas, el nuevo blanco de los usurpadores de viviendas. | Moisés Copa

| Ibiza |

Un día después de la denuncia interpuesta a través de este medio por los vecinos del edificio Ses Feixes, en Marina Botafoch, los okupas que habían usurpado una de las viviendas del quinto piso del inmueble abandonaron ayer el bloque tras recibir dinero por parte del propietario.

Así lo destacaron ayer los vecinos del edificio a Periódico de Ibiza y Formentera, resaltando que el soborno y el chantaje que viven los propietarios es una de las prácticas que han profesionalizado estos ‘okupas del lujo' para lucrarse tras la usurpación organizada por las mafias. «Dijeron que la próxima zona que querían usurpar era Roca Llisa», explicó el propietario de una de las viviendas del edificio Ses Feixes. Cabe recordar que esta zona de la isla uno de los enclaves residenciales más «privilegiados y tranquilos» de Ibiza.

Intranquilidad

No obstante, desde la comunidad de vecinos todavía no están tranquilos porque en el tercer piso continúan viviendo legalmente los familiares de los okupas que ayer abandonaron la vivienda mediante sobornos.

En este sentido, valoraron la labor del servicio de la empresa de control de accesos y seguridad Hispaval, contratada por los propios vecinos para hacer frente a la okupación, porque sin su presencia intimidatoria hubiese sido imposible lograr el abandono de estas personas de etnia gitana. Sin ir más lejos, los propios residentes y propietarios también se organizaron y se movilizaron para echar a los okupas que desde hacía más de dos semanas vivían en una de estas viviendas. Ahora, con este abandono, desde la comunidad de vecinos subrayaron ayer que los propietarios y residentes del edificio han instalado alarmas y cadenas antipalancas para evitar que puedan acceder a sus viviendas.

Ahora, indicaron, el único temor que tienen es que los residentes del tercero, familiares de los okupas, no respeten la ley de arrendamientos como inquilinos cuando finalice su contrato en mayo y no quieran dejar el bloque, ya que los afectados no quieren volver a pasar por la pesadilla vivida en estos últimos días, que empezó con el alquiler legal a varias personas de etnia gitana del barrio de sa Penya. A los pocos días, los okupas usurparon el piso y comenzaron los insultos y las amenazas por parte de estas personas a los vecinos. «También han causado desperfectos en zonas comunes y han intentado manipular el contador de la luz para tener electricidad gratis», apuntó una de las propietarias e indicó que ella misma ha instalado en su puerta una cerradura antipalanca para evitar que intenten acceder. Asimismo, agregó que los vecinos tienen miedo porque estos okupas son muy conocidos en la isla y son peligrosos: «A uno de ellos lo llaman el Rey de los Okupas. Muchos de ellos van rotando, pero siempre hay alguno en el inmueble». También apuntó que las zonas lujosas son el nuevo blanco de los usurpadores de viviendas.

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