25 de los 90 kilómetros de canalizaciones de la red de saneamiento de la ciudad de Ibiza todavía es unitaria, es decir, por ella circula tanto pluviales y fecales. Una anomalía que con la inminente licitación de la contrata del agua se pretende solucionar. Según explicó ayer en el programa Bona nit Pitiüses de la TEF el concejal de Medio Ambiente y Limpieza de Vila, Jordi Grivé, el futuro gestor del servicio del agua de la ciudad tendrá que invertir 17 millones de euros en infraestructuras hidráulicas (sobre todo en separación de fecales y pluviales) durante los primeros 8 años de los 20 por los que se licitará el contrato de este servicio.
«Es incomprensible que se lleve tantos años prorrogando este servicio porque esto implica que no se hagan inversiones y la red se esté envejeciendo», explicó Grivé.
La puesta en marcha de la nueva depuradora que dará servicio a la ciudad de Ibiza implicará «dejar de sufrir el infierno fecal del torrente de sa Llavanera. Es incomprensible que una infraestructura tan importante lleve tanto retraso», se quejó Grivé que criticó que los anteriores equipos de gobierno no hubieran previsto las canalizaciones para poder aprovechar el agua depurada. «Otros municipios han hechos los deberes, pero Vila no. Con el nuevo contrato del agua podremos dedicar recursos a instalar estas tuberías para reutilizar el agua». Un recurso que podría utilizarse para el baldeo de calles y el riego de jardines.
En Ibiza, tan solo se está reutilizando el agua de la depuradora de Cala Llonga para regar el campo de golf de Roca Llisa. Uno de los motivos es la mala calidad del agua, que llega a las estaciones de depuración muy salinizada. «Vivimos en una isla y tenemos mucha intrusión marina. O separamos las canalizaciones y buscamos la intrusión marina o no podremos reutilizar el agua. En abastecimiento, cuando tenemos fugas tenemos que evitar que el agua se pierda, pero en el alcantarillado hay que evitar que el agua entre porque el nivel de muchos pozos están por debajo del nivel del mar», explicó Grivé.
Sequía
Grivé también señaló que si la isla de Ibiza entra en fase de sequía si continúa la falta de lluvias y los acuíferos siguen vaciándose, el municipio de Vila será de los menos afectados ya que tan solo el 5 % del agua que utiliza para abastecerse procede del subsuelo, mientras que el 95 % llega de la desaladora. «Sí que tendremos problemas y restricciones si alguna de las desaladoras tiene algún problema durante dos o más días. Estamos jugando con fuego desde hace años», apuntó el concejal de Medio Ambiente y Limpieza de Vila.
En este sentido, Grivé apostó por la construcción de una nueva desaladora y la ampliación de la de Santa Eulària. «Si una de las desaladoras tiene un problema durante más de dos días no habrá agua para todos y ya veremos cómo la repartiremos. En Vila tenemos el depósito de agua más grande de toda la isla, que es de 25.000 toneladas, por lo que aún tenemos margen. Tengo claro que hace falta una desaladora más».
Limpieza
Otro de los asuntos que trató Jordi Grivé en el programa Bona nit Pitiüses fue el de la limpieza de la ciudad. El conductor del espacio de debate, Toni Ruiz, le explicó que seis años atrás el entonces alcalde de Vila, Rafa Ruiz, calificó con un 7 el estado de limpieza de la ciudad. Una puntuación muy alejada de la que Grivé dio ayer. «Cuando llegamos estábamos en un 3,5 y ahora le pongo un 4,6. Se ha conseguido una mejora palpable, pero aún estamos lejos de lo que queremos conseguir», aseguró Grivé.
El concejal lamentó la «falta de medios, de organización y de empuje» con la que se encontró el servicio, además de una falta de control. «Lo hemos ido corrigiendo y mejoraremos. Tenemos un plan establecido y a medida que pasen los meses se verán las mejoras. Ojalá llegue el día en que pueda ponerle un 7 o un 8», señaló Grivé.
El concejal de Vila sacó pecho por la instauración de la Brigada de Acción Inmediata (BAI), que actúa de forma rápida ante las acciones incívicas de los ciudadanos. Grivé también explicó que han modificado recorridos de los camiones y de los barrenderos para optimizar recursos y que la maquinaria que se necesita es para «limpiar manchas. Las hidrolimpiadoras que tenemos no son suficientes. Tenemos clara las máquinas que necesitamos, las zonas y estamos trabajando en el nuevo modificado y traer esta nueva maquinaria y dar el salto que necesitamos».
Incivismo
Con la entrada en vigor de la nueva ordenanza de residuos, las sanciones por actos incívicos «serán mucho más elevadas». Además, los propietarios de perros deberán llevar una botella de agua para limpiar los orines de sus mascotas y se instaurará un cuerpo de diez agentes cívicos que tendrán un carácter disuasorio para que los ciudadanos cumplan las ordenanzas.
Para combatir este incivismo, el Ayuntamiento de Eivissa ya ha instalado una veintena de cámaras en distintos puntos conflictivos de la ciudad con las que ya han conseguido pillar in fraganti a ciudadanos incívicos.