Fondear en la bahía de Talamanca esta temporada turística será más difícil tras la puesta en marcha del plan con el que el Ayuntamiento de Ibiza pretende acabar con la elevada presencia de embarcaciones en este enclave. En agosto de 2023 el Consistorio pudo contar más de 175 barcos fondeados ilegalmente a diario en esta zona. Una situación «insostenible» y ante la cual la Concejalía de Medio Ambiente, dirigida por Jordi Grivé, intervendrá en breve en coordinación con la Guardia Civil y el Govern.
En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, Grivé ha explicado la bahía se balizará y no será posible el fondeo de embarcaciones a menos de 200 metros de la arena. Además, en el mar, «se coordinará la vigilancia de los fondeos con la Policía Local, el Seprona y el Govern». Ya en tierra, se vigilarán especialmente las zonas en las que pueden operar ilegalmente los charters y, además, se buscará la manera de evitar que los barcos tiren sus residuos en los contenedores de basura del barrio.
«Hay que evitar que estos fondeos sigan produciéndose», ha señalado Grivé, «el problema es que la zona no está balizada pero lo estará en breve. El balizamiento será a 200 metros de la arena, que es lo que marca la ley. Antes había balizamiento pero, en algunos tramos, no llegaba a los 80 metros».
El concejal ha señalado que, además, el Ayuntamiento está pendiente del proyecto de control de fondeos que tiene que poner en marcha el Ministerio para la Transición Ecológica. Un proyecto que cuenta con financiación europea y que, según ha explicado Grivé, no entrará en vigor antes de la temporada estival de 2025, «si todo va muy bien».
El Ayuntamiento de Ibiza ya intentó regular la presencia de estas embarcaciones en Talamanca con el proyecto del campo de boyas. Sin embargo, este no tuvo el apoyo de la Comisión de Medio Ambiente autonómica, que en dos informes rechazó la posibilidad de llevarlo a cabo. «Pusieron pegas a todo lo que propuso Vila», ha recordado Jordi Grivé, «y eso que realmente no era necesario tener los informes de esta comisión para poder hacer algo porque el decreto de protección de las praderas de posidonia estaba en vigor desde 2018». En opinión del edil, «todo esto ha retrasado la posibilidad de frenar esta situación».
«El Ayuntamiento ahora lo que va a hacer es controlar los fondeos, sobre todo en las zonas de posidonia, y los muelles y esperar a que el ministerio ponga en marcha su proyecto», ha concluido Jordi Grivé, «lo que tenemos claro es que no hay que ponérselo fácil a quienes piensan que pueden fondear ahí. No se lo haremos cómodo».