Solventada prácticamente la falta de oncólogos en el hospital de Can Misses, el departamento balear de Salud, dirigido por la consellera Manuela García Romero, busca ahora solucionar el grave problema de las listas de espera en la sanidad pública de las Pitiusas. Así lo explicó este miércoles, tras asistir en Can Misses a la representación de los monólogos Sano Humor. García Romero avanzó que, entre otras medidas, se potenciará la colaboración con el sector sanitario privado.
Así, la consellera explicó que, por ejemplo, los turistas que lleguen a Ibiza con tarjeta sanitaria de la UE en vigor serán derivados a clínicas privadas, con el objetivo de evitar que los centros públicos «se vean desbordados». Este es uno de los puntos clave del plan de abordaje integral de las listas de espera puesto en marcha por el departamento y que tiene en la «colaboración público-privada» uno de sus principales ejes. El plan, además, presta espacial atención a la contratación de más personal para acabar con esta situación.
Desde la llegada de García Romero al departamento de Salud, se han contratado 30 nuevos profesionales en el Área de Salud de Ibiza y Formentera. Por ello la consellera se mostró ayer «optimista» en Ibiza porque, según recordó, «el principal problema de Can Misses para abordar las listas de espera es el déficit de profesionales. Es difícil abordar estas listas porque necesitas profesionales que atiendan esas consultas. Y es (la contratación) lo primero que se ha hecho en muchas especialidades, no solo en oncología».
La consellera autonómica dejó claro que el departamento está «trabajando para tener un número de profesionales adecuado, que es el factor que más potencia la disminución de las listas de espera». En cuanto a la lista de espera quirúrgica, que ya ha experimentado un importante descenso, García Romero afirmó que la estrategia ha sido «optimizar la programación» y »potenciar el servicio del área quirúrgica».
Sobre el futuro de Ca na Majora, la consellera balear de Salud explicó que el objetivo es convertirlo en un hospital sociosanitario como el menorquín Virgen del Toro. Sin embargo, la necesidad de proporcionar una solución habitacional a los profesionales del área de salud ha obligado a emplear estas instalaciones con esa finalidad. Algo que García Romero espera solventar a medio plazo, según concluyó.