El Pleno de Vila ha rechazado este jueves una moción del PSOE destinada a defender el mantenimiento de la Ley de Memoria Democrática de Baleares. Tanto el PP como Vox han votado contra una propuesta defendida por el exalcalde, Rafa Ruiz, quien ha defendido el texto lanzando todo tipo de acusaciones contra el PP. Ruiz, incluso, ha arremetido contra el portavoz del grupo popular en el Pleno, Rubén Sousa, al que ha calificado de «radical». Y este, con su sorna habitual, no ha dudado en responderle: «Ahora que hay vacío de poder en Madrid, a ver si tiene usted suerte con el reparto y logra esa ansiada plaza».
El concejal encargado de responder como Gobierno al socialista ha sido el joven Manu Jiménez, responsable del área de Jardines y que ha explicado cómo su propia familia fue capaz de superar la ruptura que supuso la Guerra Civil. Jiménez ha explicado que uno de sus bisabuelos fue fusilado por el bando republicano. «Aún no sabemos dónde está», ha añadido. Su otro bisabuelo luchó con los republicanos y fue su mujer la encargada de criar a la hija del fallecido. Con los años, esta niña y la hija de esta familia «llegaron a casarse y vive en paz y libertad». Jiménez ha recordado al PSOE que el «enemigo» no es ni el PP ni el Govern. «El enemigo», ha subrayado el edil, «es el que no reconoce que durante 42 años un grupo terrorista llamado ETA atormentó a la sociedad española. Lástima que aquellos que no la condenan son los que mantienen al Gobierno socialista en La Moncloa».
Jiménez ha lamentado que los herederos políticos de ETA, EH-Bildu, hayan ganado las elecciones en el País Vasco. Y ha añadido que ninguno de los ediles que integran la Corporación municipal de Vila ha vivido el franquismo, mientras que «por desgracia, no hay nadie en este Pleno que no haya vivido los tiempos de ETA». «Espero que igual que tienen memoria para unos hechos ocurridos del 1936 a 1978», ha concluido el concejal, «también la tengan para unos hechos ocurridos desde 1958 a 2018, por el bien de todos los españoles».
El Pleno, por otro lado, ha dado luz verde a la modificación de la ordenanza que regula los horarios de apertura y cierre de los establecimientos, además del régimen de sanciones correspondientes. Así, según ha explicado la concejal de Comercio, Laura Planells, tendrán que cerrar sus puertas a las 2.00 horas los espectáculos musicales, tanto en auditorios como en espacios al aire libre. Hasta ahora, la hora de cierre estaba fijada a las 2.30 horas. El objetivo de esta reducción es «beneficiar la convivencia con los vecinos». Los espectáculos circenses y análogos podrán celebrarse hasta las 00.00 hroras. En cuanto a los deportivos permanentes en establecimientos o en recintos con espectadores, podrán alargar una hora el cierre dado que «la isla ha sufrido un aumento de las temperaturas» y esto ha provocado un cambio en los horarios de los usuarios «buscando un mejor confort térmico». En el caso de las instalaciones deportivas sin espectadores, como gimnasios y piscinas públicas, abrirán sus puertas a las 6.30 horas y las cerrarán a las 00.00, salvo los domingos y festivos, que el cierre será a las 23.00 horas. Finalmente, verbenas, fiestas populares, manifestaciones folclóricas y festivales podrán celebrarse entre las 20.00 y las 2.00 horas.
En lo referente a las sanciones, Planells ha señalado que estas experimentan con la modificación importantes subidas. Y es que, en los casos leves, las multas pasarán de 750 a 1.000 euros. Las multas para los casos graves llegarán a los 10.000 euros mientras que la más graves subirán hasta los 20.000 euros.
El Pleno, por otro lado, ha aprobado una modificación presupuestaria de 457.410,94 euros destinada a abonar facturas de 413 acreedores. Además, también ha dado luz verde a otra modificación presupuestaria de 2,5 millones de euros, de los cuales 2 millones se destinarán al Consorcio Ibiza Patrimonio de la Humanidad. El resto del dinero se destinará a proyectos como el embellecimiento de un tramo de la avenida Pere Matutes Noguera y la redacción de la remodelación de la avenida de Sant Josep.