A pesar de que los factores social y deportivo han tenido un peso importante a la hora de adjudicar a Puertos y Litorales Sostenibles la gestión de las instalaciones del histórico Club Náutico de Ibiza, la realidad es que la empresa no tiene preparado en estos momentos nada en concreto sobre estas áreas. Así lo admitió el administrador único de la compañía, Carlos Illa, quien, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, se escudó en que la empresa ha tomado posesión de la marina este pasado lunes y que, por lo tanto, no ha tenido tiempo aún para organizar nada al respecto.
Illa afirmó que, en lo referente a las actividades deportivas, ahora mismo están buscando nuevas embarcaciones con las que llevarlas a cabo. Además, del anterior equipo «solo se ha quedado una persona» y Puertos y Litorales Sostenibles busca ahora a otra para poder activar un programa del que Illa no ha desvelado nada. «Es un momento complicado porque empieza la temporada», según destacó, «estamos buscando embarcaciones para poder impartir los cursos que podamos». Y añadió: «No podemos tener todo previsto. La parte deportiva se ha ido con el Club Náutico. De cara a este verano habrá algo de algún curso. No se dejará de prestar ningún servicio».
En cuanto a lo relacionado con la vertiente social, Carlos Illa explicó que el programa más destacado en este sentido era el de Un Mar de Posibilidades, que también se ha quedado en manos del Club Náutico. «Nosotros intentaremos hacer otra cosa», precisó, pero sin dar más datos al respecto.
Llama la atención la falta de precisión de Puertos y Litorales Sostenibles SL en estas cuestiones puesto que ambas fueron especialmente valoradas por la Autoridad Portuaria de Baleares cuando decidió adjudicar la gestión de estas instalaciones a esta empresa. En una nota de prensa publicada el 18 de abril anunciando esta decisión, la Autoridad Portuaria de Baleares definió como «enfoque novedoso» la valoración del compromiso de los licitadores «a la realización de actividades de carácter formativo o educativo, de tipo deportivo, social o cultural y sin fines lucrativos en los cerca de 30.000 metros cuadrados de superficie total de dominio público portuario». «Este criterio», añadió la APB en aquel momento, «representa un 30% de la puntuación ya que constituye una apuesta firme del organismo portuario por asegurar el desarrollo del aspecto deportivo y social de las instalaciones».
Con estos objetivos, además, Puertos y Litorales Sostenibles SL se comprometió a «aportar anualmente 360.000 euros en la realización de cursos de formación en actividades náutico-deportivas, organización de regatas, así como actividades y eventos de este carácter, como también de aquellos que, en colaboración con entidades del entorno, ayuden a personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social».
Carlos Illa, por otro lado, afirmó que en estos momentos se están llevando a cabo trabajos de acondicionamiento en lo que fue la histórica sede del Club Náutico. Una edificación que, según señaló, «está francamente mal». «Hay gente trabajando en la estructura externa para que no se caigan las cornisas», indicó el administrador único de Puertos y Litorales Sostenibles, «el mantenimiento podría haber sido mejor. Pero hay que decir también que el edificio es muy antiguo».
Illa, además, fue muy crítico con los anteriores gestores de este espacio, a los que acusó de haberse llevado «hasta las sillas y las mesas». «No tenemos absolutamente nada», afirmó, «pero estamos buscando. Podíamos haber cerrado dos semanas pero ha primado el compromiso de mantener los servicios, aunque lo estamos haciendo de forma un poco precaria. Estos días hemos tenido gente que ha atracado y a la que no le hemos podido cobrar porque no tenemos ni siquiera los TPV».
Illa, finalmente, admitió que, además de al anterior gerente, Vicente Canals, la nueva gestora del Club
Náutico ha despedido a otra trabajadora. Sobre este despido explicó que la empresa necesita «otro perfil» para cubrir este puesto. Y subrayó que el resto de empleados han sido subrogados por la nueva compañía: «Se han quedado más tranquilos», concluyó.