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La patata roja, un tesoro del campo de Ibiza

Con 136 toneladas de siembra, la campaña se ha reducido un 15 por ciento respecto a 2023

En la campaña de 2024 se sembraron 136 toneladas repartidas en toda la isla. | Toni Planells

| Ibiza | |

Este martes, víspera de San Isidro, patrón de la gente del campo, en pleno corazón de es Figueral, en la finca de Can Talaies, ha tenido lugar la presentación de una de las cosechas más características del campo ibicenco: la patata nueva roja de Ibiza. Una cosecha que, tras su siembra en enero, tiene lugar en el mes de mayo y que en la campaña de 2024, con 136 toneladas de siembra repartidas en toda la isla, sigue manteniéndose como el principal cultivo en Ibiza.

Una presentación a la que no faltó un buen número de productores y representantes de las distintas cooperativas ibicencas, así como del Consell d'Eivissa y del Ayuntamiento de Sant Josep.
«En Ibiza vamos a contracorriente respecto a la Península y sembramos dos terceras partes de patata roja y el resto de patata blanca», destacaba en la presentación el director insular de Medi Rural del Consell d'Eivissa, Joan Marí.

Sin embargo, los datos del cultivo de esta campaña reflejan que ha sufrido un descenso de hasta un 15 % respecto a 2023, cuando se sembraron hasta 158 toneladas de patata. Respecto a este descenso, el director insular de Medi Rural declaraba que «este año los productores han sido prudentes ante la falta de agua que sufrimos, además, por otro lado, hubo problemas serios a la hora de adquirir semillas de ciertas variedades».

Con todo, el director insular cifró en «cerca tres millones de kilos» la cantidad de patata roja que «esperamos que se coseche esta temporada». Una temporada que los productores completan con la siembra de la patata tardía en el mes de agosto para recoger a partir de finales de noviembre.

Otro factor que Marí quiso subrayar fue «la apuesta que se hace cada año por las distintas variedades de más calidad». Entre las variedades a las que se refería el director insular destacan «la variedad roja Desirée, de excelente calidad culinaria y la única comparable a la variedad antigua ibicenca que, por lo tanto, conserva la tradición de una variedad roja de doble aptitud para la cocina tradicional, junto con la variedad Bartina; por otro lado, se refuerza la introducción de la variedad blanca Agria, que compite con la variedad Desirée como variedad para freír, aunque no es una variedad apta para cocer».

Historia

El director insular también quiso hacer un recuerdo histórico, con la finca de Can Talaies de ejemplo de «cuando se hacían canales con el agua que bajaba por el torrente de es Figueral para regar las plantaciones de patata que, después se llevaban en los años 60 hasta Vila en carro para exportarla a Inglaterra, esa era la que llamaban ‘patata inglesa'». Can Talaies es un ejemplo de pequeña explotación familiar que originalmente era principalmente de secano y disponía de una pequeña zona de huerta alrededor del torrente de Figueral. La finca fue trabajada por Joan Marí, que ha dejado ahora el relevo a su hijo Javier, de manera que da continuidad a la explotación tradicional. a finca está situada en una ladera orientada al este, abierta al mar, y es la zona, junto con es Canar, más cálida de Ibiza, por lo que es también la primera en cosechar patata y sandía.

Además, la presentación ha servido para avanzar la I Feria de la Patata Roja de Ibiza que se celebra este sábado 18 de mayo en Sant Josep. La coordinadora de Turismo del Ayuntamiento de Sant Josep, Eva Ruiz, fue la encargada de explicar los detalles de la feria, en la que no faltarán talleres, ‘showcookings', ni actividades para los más pequeños con Mr Potato como protagonista de algunas de ellas, como no podría ser de otra manera.

Degustación

La cocinera Marga Orell fue la encargada de demostrar los valores culinarios de la patata roja ibicenca con un ‘showcooking' en la misma finca. Entre las propuestas de Orell se encontraban tanto platos dulces como salados con coca de patata con albaricoque y sobrasada, «la hay con y sin sobrasada»; ‘robiols' rellenos de confitura de patata, «que hago con patata hervida, azúcar y huevo y añado canela o vainilla y limón», explicaba la cocinera.

Orell cocinó ante los asistentes unas patatas salteadas, «que combino con un alioli de patata tipo patatas bravas» y unas tortitas de patata «que hago con la patata rallada, especias, hierbas aromáticas, huevo, queso de cabra y una pizca de sobrasada».

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