La concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Eivissa, dirigida por Laura Planells, prepara ya diversas actividades cuyo fin será dinamizar el entorno de la calle Pere Francés tras la realización de las obras de modernización de esta vía, que está previsto que concluyan el próximo mes de julio. En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, Planells ha señalado que en la organización de estas actividades contará con los vecinos y comerciantes, a través de la asociación que preside Carmen Cárcel, y con el objetivo de que estas acciones sean «efectivas y beneficiosas» para el barrio.
Planells ha pedido disculpas a los afectados por estas obras, que comenzaron el pasado mes de agosto y que no está previsto que concluyan hasta julio. «Somos conscientes de las molestias que ocasionan las obras», ha admitido la concejal, «estamos trabajando para minimizar este impacto. Hemos hablado con la presidenta de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de es Pratet, que está agradecida por la implicación y por que la obra se esté haciendo en fases para minimizar el impacto».
Sobre las actividades en sí, Planells solo ha avanzado que serán similares a las que ya se pusieron en marcha en las pasadas Navidades, cuando se sortearon numerosas cestas con diferentes premios. El objetivo, ha dejado claro, «es dinamizar el barrio» e implicar tanto a los residentes como a los comerciantes del mismo.
Por otro lado, las obras han entrado en una nueva fase de asfaltado esta semana. Según explicó días atrás la concejal de Obras, Blanca Hernández, al ritmo al que se está trabajando, la remodelación total de la calle estará concluida en julio, tal y como marca el contrato con la empresa adjudicataria. «Vamos según la planificación prevista en el contrato», aseguró la edil, «las obras acabarán a principios de julio».
Mejora del entorno
Hernández agradeció a los vecinos y comerciantes de la zona «la paciencia que han tenido» ante las molestias generadas por estos trabajos. Pero también subrayó que estas intervenciones «mejorarán el entorno». La concejal, además, destacó la importancia de haber ejecutado las mismas por fases pues esto ha sido «muy productivo». «Hacerlo por fases ha permitido ir concluyendo etapas y zonas sin tener toda la calle levantada a la vez», señaló al respecto.
Sobre el asfaltado en sí, Hernández señaló que en la primera fase se ha trabajado entre las calles Bartolomé Roselló y General Pereira Morante. Así, en este tramo se han llevado ya a cabo los trabajos de asfaltado, pintura e instalación de los separadores del carril bici. Con el fin de evitar problemas a los conductores, Hernández pidió que intenten no circular por esta zona durante estos días «porque habrá restricciones al tráfico». Por ello, ha recomendado que utilicen como ruta alternativa la que discurre entre la avenida Santa Eulària y la calle Gaspar Puig, con salida a Bartolomé Roselló y a la avenida Ignasi Wallis.
La concejala de Obras, además, solicitó a los viandantes que circulen por la calle Pere Francés que «respeten» las normas y que no crucen por las zonas no autorizadas, con el fin de evitar que las nuevas aceras se ensucien con el asfalto.
Segunda fase
En cuanto a la segunda fase de la obra, Blanca Hernández señaló que «se están llevando a cabo las últimas actuaciones de acondicionamiento de instalaciones y se están reponiendo las aceras». Además, ya han comenzado también los trabajos de modernización de la plaza Bob Marley, en la que la semana que viene se instalarán las pérgolas previstas en el proyecto. Posteriormente, se comenzará a trabajar en el nuevo parque infantil, que podrá abrir sus puertas en el plazo de un mes.
La modernización de la calle Pere Francés fue adjudicada en la pasada legislatura a la empresa Islasfalto. Los trabajos comenzaron en el mes de octubre y el coste de los mismos es de 1,8 millones de euros. La concejala de Recursos Económicos de Vila, Gema Marí, denunció recientemente que el anterior Gobierno municipal del socialista Rafa Ruiz adjudicó los trabajos sin contar realmente con financiación para los mismos. Según Marí, la adjudicación se planificó con financiación a cargo del remanente de 2022. Sin embargo, ese dinero ya no puede trasladarse al Presupuesto de 2024. «No es de recibo esta falta de rigurosidad», lamentó recientemente la concejal de Recursos Económicos, «es una obra que se adjudicó sin la financiación adecuada para continuar con su ejecución».
Para financiar este proyecto, el Gobierno de Ruiz acudió inicialmente a la convocatoria de los fondos europeos Next Generation, al considerar que el mismo mejoraba la movilidad en la ciudad y, además, incrementaba la sostenibilidad de la misma al contemplar un carril bici a lo largo de toda la calle. Así, solicitó para esta obra un total de 2,3 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno central denegó la petición «provisionalmente por falta de presupuesto». Ante esta situación, el Consistorio decidió que la obra se financiaría con cargo al remanente correspondiente a 2022 y, en marzo de 2023, dos meses antes de las elecciones, adjudicó el trabajo.