El Ayuntamiento de Eivissa un decreto de Alcaldía mediante el cual se prohíbe la realización de rodajes cinematográficos y de reportajes fotográficos en el barrio de Dalt Vila desde el pasado1 de mayo hasta el 14 de octubre. Según figura en el documento, el objetivo es reducir estas actividades en la zona para preservar «el bienestar de los vecinos» de uno de los barrios «con más afluencia turística» de la ciudad.
Según figura en el decreto, el Consistorio ha recordado que, en esas fechas, Dalt Vila se cómo se incrementa «considerablemente» el número de vecinos en el barrio durante la temporada turística y la realización de este tipo de actividades provoca molestias importantes dado que sus promotores deben ocupar la vía pública.
Se trata de actividades que, señala el decreto, tienen «una repercusión potencialmente negativa en materia de movilidad» precisamente por esta necesidad de ocupar tanto la vía pública como terrenos de uso igualmente público para «el rodaje de películas y la realización de reportajes fotográficos y vídeos promocionales».
Así las cosas y en base a lo establecido por la ordenanza que regula la ocupación de la vía pública, el Consistorio ha decidido «acordar las medidas necesarias para reducir» estas actividades en los próximos meses. El Ayuntamiento, por otro lado, también ha dado a conocer el decreto de Alcaldía mediante el cual se regula la realización de obras en la ciudad durante la temporada turística. Un decreto que establece que entre el 1 de junio y el 30 de septiembre «no se permitirán ocupaciones de la vía pública relacionadas con obras a ejecutar sobre edificios donde consten establecimientos turísticos de alojamiento o restauración en la planta baja o en los edificios colindantes o frente a aquellos». Esta prohibición afectará al ámbito comprendido entre la avenida de Sant Jordi, la avenida de la Paz, la avenida de Sant Joan de Labritja, la calle Francesc Llaudes Pineda, el límite del término municipal y el mar. No afectará, sin embargo, a las obras promovidas por el Consistorio ni a aquellas que tengan que llevarse a cabo con «justificada urgencia o necesidad».
Molestias
Según figura en el decreto, esta prohibición se debe a la necesidad de evitar las molestias y los ruidos de estas obras tanto al sector turístico como a los residentes «en plena temporada estival y especialmente en determinadas zonas del municipio».
El decreto establece que no se permitirán ocupaciones de la vía pública por obras y que, además, estas deberán comenzar a las 10.00 horas si «se sitúan en un radio menor de 300 metros de un establecimiento turístico hotelero». Además, «quedan expresamente prohibidos aquellos trabajos que de forma inevitable lleven aparejados un alto nivel de sonoridad, en concreto, las actividades de excavación y cimentación, así como el levantamiento de estructuras y forjados, el uso de aparatos de alta afección sonora como sierras radiales, martillos neumáticos y otras herramientas similares».