La calle Carlos III de la Ciudad de Ibiza comienza en la Avenida Santa Eulària, justo en la esquina del Burger King, y termina en la también conocida Avenida Ignasi Wallis. En su recorrido hay emblemáticos puntos de encuentro como el Teatro Ibiza, el Guevara Café o el supermercado Bon Profit. Erika es una turista que se hospeda en el hotel que acoge al Teatro Ibiza. A ella le «encanta la localización» porque le queda «cerca de todo», ya que anteriormente había visitado Sant Antoni. «Esta zona es mucho más bonita, tranquila y relajante», señala esta turista.
En la puerta de este hotel Damián recibe a los clientes desde hace dos temporadas, así que conoce muy bien la vía. «Esto está muy abarrotado; hay mucha fiesta, mucha diversión, clientes ibicencos e incluso tradición» asegura este muchacho, haciendo alusión al bar Guevara Café. Lo único que rechaza, indica, es que «por lo general hay indigentes en la zona que recorren la vía borrachos y molestan un poco a los clientes». «Se podría vivir mejor si hubiera más policía» dice Jimmy, dueño del Guevara Café. Su queja también radica en el número de patinetes y bicicletas que «van por encima de la acera y molestan». En este aspecto, Alex cree que el carril bici que están construyendo «va a ayudar mucho en este sentido».
«Se está intentando hacer cosas en la calle para que mejore la zona», apunta. Él tiene un aparcamiento privado al lado del Burger King y pasa por esta avenida todos los días e indica que coincide con Damián a la hora de valorar la gran presencia de personas vulnerables. «Se ha vuelto una zona un poquito marginal desde que llegó Cáritas, pero últimamente ha mejorado poco a poco», destaca.
Suciedad
Gloria, que suele acudir al teatro los jueves, insiste en que «siempre está sucia y las aceras están un poco abandonadas». En su opinión, «casi todo el centro de Ibiza está igual». Pide que limpien más las calles de la ciudad «porque no dan buena imagen ni para el turista ni para la gente de aquí». Otro punto que mejoraría Jimmy es apartar los contenedores de la zona porque «están muy cerca de las ventanas del hotel».
«Me gustan estas calles, sobre todo porque hay tiendas pequeñas», opina Bob. No obstante, este señor, que vive en el norte de la isla, piensa que «ha bajado un poquito la calidad de la zona». «Si lo comparo con mi pueblo es menos sofisticado, especialmente por la cantidad de alcohólicos y drogadictos que hay», agrega. Sin embargo, a dos turistas que han llegado desde Argentina, Manuela y Francisco, les parece un lugar «muy limpio».
Para ellos la isla es «una locura» de lo hermosa que es. «La limpieza para nosotros son diez puntos, al lado de Argentina está impecable», añaden.