La Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Ibiza, presidida por Joaquín Manuel Senén, se reunirá el próximo miércoles con el comisario de la Policía Nacional en la ciudad, Manuel Hernández, con el fin de exponerle la situación de intranquilidad que vive este barrio desde hace algunas semanas. La entidad, además, ha se ha dirigido por escrito a la Dirección Insular de la Administración del Estado y a la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) con el mismo objetivo. Y, en esta ronda de petición de ayuda, también ha informado al Consistorio de Ibiza, que ha adoptado como primera medida la decisión de cerrar el callejón que conecta la calle de Enmig con Sa Penya para evitar el trasiego de yonkis en la zona.
Senén ha asegurado que la situación en el puerto no es «tan alarmante» como podría parecer a tenor de las noticias publicadas estos días. Sin embargo, también ha admitido que existe en la zona sensación de inseguridad tras la aparición de en el barrio de un grupo de individuos, «dos o tres», que han generado problemas en sus enfrentamientos con algunos comerciantes, tal y como publicó Periódico de Ibiza y Formentera este viernes.
El presidente de los vecinos y comerciantes del puerto, sin embargo, ha señalado que «la cosa está ahora más tranquila porque ha habido detenciones». Pero también ha subrayado que nadie en el puerto o en La Marina quiere que estos barrios se conviertan «en el West o que esto se llene de bandas». De ahí que consideren que es «imprescindible» incrementar la presencia de policías a pie. «Es una zona en la que hay mucha gente y es necesario que se vea a la policía», ha subrayado Senén, «estos casos han sido puntuales pero no queremos que vayan a más. No se puede decir que está todo fatal aquí porque no es cierto. Lo que ha sucedido con esta gente es algo excepcional, no es lo normal. Pero está claro que no se puede bajar la guardia». A esto ha añadido que lo sucedido en las últimas semanas «ha generado temor porque lo que se está viendo es que la policía detiene a estas personas y luego el juez las deja en libertad y regresan aquí».
A juicio de Senén, «esta gente es conflictiva y viene aquí a hacer su agosto, pero la ley no está para ellos y eso es una lástima». En este sentido, el presidente de la asociación también ha apuntado que «la policía no puede estar solo para poner multas por tener la música alta o porque un cartel esté mal». Y ha recordado que, en el pasado, «siempre había policía en el puerto y eso daba sensación de seguridad».
La Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto, por otro lado, ha alabado que el Consistorio haya aceptado de una vez tapiar el callejón entre la calle de Enmig y Sa Penya. Una petición que esta entidad formuló en numerosas ocasiones al anterior equipo de Gobierno sin que fuera atendida. Senén ha recordado que fue el socialista Pep Tur el que tomó la decisión de reabrir este conflictivo callejón, que había sido cerrado a finales de los 90 porque era utilizado por los yonkis para acceder a Sa Penya a comprar droga. Además, era también la vía de escape para quienes cometían hurtos en el puerto y La Marina.
«Es verdad que cerrando el callejón no se acaba al cien por cien con el problema de la inseguridad», ha dicho a modo de conclusión el presidente de la asociación, «pero la realidad es que hay inseguridad en toda la isla y, en este caso, en Sa Penya hay un problema con las drogas. Hace falta más presencia policial para poder atajarlo. Y es lo que pedimos a las administraciones».