La lluvia de barro del pasado jueves continúa causando estragos a los residentes de Ibiza. Fueron varias las vías públicas que acumularon kilométricos atascos en las entradas a los lavaderos de coches. Este viernes muchos turismos siguen acercándose a estos establecimientos, pero intentan no ocasionar colas.
Muchos conductores quieren limpiar sus vehículos más pronto que tarde para quitarles toda la tierra que cayó en la noche del miércoles al jueves y las cuatro gotas que llovieron por la mañana. Los coches se aglutinan en los lavaderos de toda la isla. Muchos de ellos estacionan encima de la acera para no ocasionar colas en la carretera.
Uno de los puntos más afectados fue el polígono de es Gorg, donde se encuentran varios lavaderos, que provocó atascos de más de un kilómetro en el segundo cinturón de ronda de acceso a la ciudad.