«Empresas del sector náutico de Ibiza están muy desesperadas por disponer de un amarre esta temporada», destacó ayer Ramón Van Der Hooft, presidente de la Asociación de Náutica de Ibiza y Formentera integrada en Pimeef.
En este sentido, señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que hay empresas de chárter náutico de la isla que han hablado con representantes del Port Nàutic Ibiza para alquilar los amarres vacíos. «El sector está muy necesitado de estos elementos ahora mismo y han visto la oportunidad en el puerto de Ibiza con la fuga de embarcaciones de base a otros muelles debido al aumento de las tarifas», destacó Ramón Van Der Hooft, resaltando que, afortunadamente, se mantiene al margen de esta situación porque su empresa no tiene esa necesidad imperiosa de amarres, ya que «hicieron los deberes antes de que empezara la temporada». En esta misma línea, agregó que, teniendo en cuenta el gran incremento de las cuotas por parte del Port Náutic ni estas empresas de chárter náutico se podrían permitir pagar tanto dinero «por un pedacito de agua».
«Los únicos que por desesperación se pueden tirar a la piscina y alquilar un amarre con estas condiciones es este sector náutico, pero en octubre observarán que no ha sido rentable», apuntó. Sin ir más lejos, apuntó que para poder cubrir los gastos estas empresas náuticas tendrían que hacer entre 80 y 100 salidas en barco durante la temporada. «Antes bastaba con hacer 60 salidas en barco para recuperar lo invertido; es nuestra preocupación de cada día», afirmó, lamentando que el sector del chárter náutico paga mucho dinero en Ibiza para poder mantenerse.
Al respecto, denunció cómo el intrusismo dentro de este sector es el mayor lastre. «Hay empresas sin amarres que operan desde las calas y parten con menos gasto; estamos viviendo una situación insostenible que está fuera de control», destacó Ramón Van Der Hooft, afirmando que él tiene claro quién es el mayor responsable de esta situación: «El único organismo que sale beneficiado de la gestión náutica es la Autoridad Portuaria de Baleares, la cual gana grandes cantidades de dinero cada año», subrayó.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Náutica de Ibiza y Formentera señaló que este organismo ingresa cerca de 30 millones anuales. «Son los únicos que hacen dinero», precisó. Tras esta información proporcionada por Ramón Van Der Hooft, este rotativo se puso en contacto con Carlos Illa, administrador único de la nueva concesionaria Puertos y Litorales Sostenibles, pero no pudo hablar con este responsable sobre estos acercamientos con las empresas de chárter náutico porque Illa afirmó «estar trabajando».
Tampoco desde la Autoridad Portuaria de Baleares adelantaron nada tras preguntar si desde el Port Náutic Ibiza se han planteado modificar la cláusula del pliego de condiciones de explotación de las instalaciones que determina la gestión del servicio de amarre a embarcaciones de recreo.
Este apartado establece que «la titularidad de las nuevas embarcaciones que se autoricen en la instalación será de personas físicas o personas jurídicas y que, en el caso de personas jurídicas, en ningún caso las embarcaciones podrán pertenecer a sociedades o entidades mercantiles cuya actividad sea el arrendamiento o chárter de la embarcación».
Embarcaciones de base
En dicho contrato también se establece que los puestos de amarre se destinarán preferentemente a embarcaciones de base, siendo el usuario transeúnte algo más residual con el 15 % de los amarres sobre el total de unidades. Esto supone que de los 270 amarres en total, unos 40 están destinados a embarcaciones transeúntes o de paso, que son aquellas que, no siendo de base, tienen autorizada la estancia en el puerto por periodo limitado.
«Estas embarcaciones de recreo destinadas al alquiler náutico tienen prohibido entrar en el puerto base; en el caso de los atraques para transeúntes no hay nada estipulado en relación con este sector», destacó el director del Club Náutico Ibiza, Vicent Canals, resaltando que actualmente ya hay en el puerto base barcos registrados en lista sexta reconocidos en el anterior contrato. Por su parte, Nahiara Cardona, presidenta de la Asociación de amarristas del CNI, confirmó que, efectivamente, en el actual pliego de condiciones se establece que no se puede dedicar el barco al chárter en el puerto base.
Respecto a dicho contrato, subrayó que, en el caso de querer alquilar estos amarres a estas empresas, no se puede modificar ninguna cláusula del pliego porque, para poder hacerlo, la APB tendría que volver a convocar el concurso y volver a empezar de cero. «Como la APB consienta este cambio sería una barbaridad porque hay un concurso con unas condiciones y ahora resulta que quieren cambiar las reglas del juego», lamentó Cardona, haciendo referencia a las nuevas peticiones de puerto base de estas embarcaciones de recreo.
Unos barcos que, teniendo en cuenta el incremento de las tarifas, Cardona ironizó con que las cuotas actuales sólo las podrían pagar estas empresas que se dedican al chárter: «Los particulares no podemos pagar entre 50.000 y 60.000 euros al año de amarre. Así que no me extrañaría nada que se estuviera intentando cambiar las condiciones», lamentó.