El Centro de Protecció de Animales Domésticos (CEPAD) de Sant Josep está de enhorabuena este miércoles. Tras una lucha de nueve meses, en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Josep, han podido dar en adopción a dos de los perritos, Larry (de raza setter) y Mía (raza mestiza), que sus dueños abandonaron y no firmaron el papel de renuncia para que el Consistorio y el centro los pudieran dar en adopción.
Mía ha sido adoptada por Julia y Larry por Sonia Ibat y Margit Lehmann. «Ha sido largo el proceso. Esto es únicamente un caso, pero hay muchos en la isla que se quedan en perreras durante años por papeleo y desinterés de los dueños», afirmó Julia, que lleva unos ocho años trabajando en las adopciones y diariamente ve numerosos casos de abandono y maltrato en Ibiza.
«Hoy [por este miércoles] es el final de una historia triste, que el resultado ha sido la adopción de dos perritos y se pueden ir a casa con sus nuevos dueños: personas responsables a las que sí les importa el bienestar animal», admitió Felicia Bocú, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Josep. Según Bocú, ambos animales llegaron prácticamente a la vez y ahora se van juntos tras todo este tiempo. «Ha sido una lucha continua de localizar a sus dueños, que han sido irresponsables abandonándolos. El Ayuntamiento tuvo que tomar cartas en el asunto, declarándolos como abandonados, hacer un decreto, publicarlo en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y por fin tener la posibilidad de adoptarlos legalmente», apostilló la concejala.
El CEPAD se encarga de el cuidado de numerosos animales, que buscan una nueva vida, sobre todo aquellos que llegan en condiciones deplorables. Natalia, técnico de campo en la fundación, afirma que todo el proceso desde que llega un animal no es tan rápido: «Siempre se busca saber si el perro tiene o no chip. Si en 15 días el dueño no ha aparecido el perro, en caso de no tener localizador, puede salir en adopción y buscamos a los adoptantes. Si hay chip hay que buscar al dueño y empezar el proceso para que lo recojo o renuncie a él».
Y Julia, por su parte, lamentó lo siguiente: «La situación de abandono en Ibiza es tremenda. Es un sin parar. Cada día hay muchos casos y excusas, para mí, para abandonar o ceder los animales y dejarlos en perreras».El caso de Larry y Mía, que ha gestionado Sant Josep, no es el único. Otros tres perros más han vivido esta situación, aunque afortunadamente ya tienen un lugar donde vivir felices. A estos cinco exdueños, el Consistorio les ha impuesto una multa de 10.001 euros.
Solo en uno de los casos, y después de meses de insistencia, se logró que una de las personas propietarias renunciara a su perro, con lo que éste pudo entrar directamente en procesos de adopción. A pesar de la renuncia del propietario del animal, el Ayuntamiento le reclamará los gastos de custodia, que se acercan a los 1.000 euros.