Esta mañana han dado comienzo las obras de la I Fase de la regeneración del núcleo urbano de Ca na Negreta, unos trabajos que se pueden ejecutar gracias a la colaboración entre administraciones puesto que la intervención ha sido planeada y será ejecutada por el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu mientras que el Consell Insular aporta la financiación. La alcaldesa, Carmen Ferrer, ha destacado la importancia de «un proyecto que pretende ser un revulsivo para la zona, pacificando el entorno, mejorando la movilidad de los vehículos y la accesibilidad de las personas, ampliando el aparcamiento, renovando los servicios y generando nuevos espacios ciudadanos», mientras que el presidente del Consell Insular d'Eivissa, Vicent Marí.
El proyecto iniciado ahora cuenta con un plazo de ejecución de 12 meses si bien la adjudicataria ofrece como mejora reducir ese término en dos. La intervención ha sido adjudicada por 3,47 millones a una UTE formada por Hermanos Parrot y Tecopsa y en su diseño se ha contado con la participación de la ciudadanía que ha podido proponer mejoras.
Esta primera fase persigue mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona, proponiendo espacios para la ciudadanía, mejorar la movilidad del tráfico, la accesibilidad para los peatones, así como mejoras en la eficiencia energética o una renovación de los servicios básicos que contribuirá a reducir averías.
El trazado sobre el que se actúa tiene una longitud de 485 metros lineales, que comienza aproximadamente desde el aparcamiento de Can Toni y se extiende hasta la nave industrial. El carril bici al sur, en el extremo de Can Toni, se prolonga para entroncarlo con el que conecta con la red insular. Se dispone en el lado derecho (dirección Santa Gertrudis) porque de esta manera se evitan dos cruces a nivel, obteniendo un trazado lo más lineal posible. Se configura en plataforma separada de 2,20 metros de ancho suficientes para que puedan circular bicicletas en ambos sentidos. Se divide físicamente del tráfico peatonal por medio de una pantalla vegetal, lo que refuerza la seguridad.
Las aceras se proyectan garantizando que queda un itinerario peatonal accesible de acuerdo con la normativa, que en ningún caso será inferior a un ancho de 1,80 metros, y se habilitarán unas 100 plazas de aparcamiento, incluyendo algunas para carga de vehículos eléctricos, así como áreas de carga y descarga y para vehículos de personas con movilidad reducida.
Los servicios urbanos se encuentran en el límite de su vida útil o no están adecuadamente dimensionados a las necesidades actuales por lo que deben ser renovados para mejorar el servicio que se ofrece a la ciudadanía y para evitar averías o fugas. También se aprovecha para dotar al espacio de un mejor y más eficiente alumbrado.
Dada la importancia de la propuesta esta se ejecutará por fases, correspondiendo la primera a la zona urbana puesto es la que afecta a más población, dejando para intervenciones posteriores la rehabilitación y mejora de la nave industrial cedida por el Estado, la realización de una rotonda para la mejora de la fluidez viaria y las necesarias mejoras en la parte más industrial del enclave.