Se han dejado la piel para ser médicos, enfermeras y farmacéuticas. Un largo recorrido durante años donde el sacrificio, trabajo y vocación se han visto recompensados. Este año, el Área de Salud de Ibiza y Formentera recibe a 16 nuevos profesionales, logrando cubrir el 70 % de las plazas ofertadas, la cifra más alta en las Pitusas por el momento.
Esta nueva camada de profesionales incluye ocho Médicos Internos Residentes (MIR), abarcando especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna, UCI, Psiquiatría, Ginecología y por primera vez, Pediatría. Además, siete Enfermeras Internas Residentes (EIR) se han unido al equipo, con especialidades en Atención Familiar y Comunitaria, Obstétrico-Ginecología, así como una enfermera especialista en Pediatría, y una Farmacéutica Interna Residente (FIR). Para algunos de ellos, como es el caso de Pablo Mateo (MIR de Medicina Intensiva), venir a Ibiza siempre fue la primera opción. El barcelonés llegó a la isla hace cuatro años, tras trabajar como médico especialista en la ciudad condal, porque su mujer es ibicenca.
«Siempre ha sido mi primera opción Ibiza», señala Pablo, uno de los pocos residentes que volverá a ser alumno tras años de ejercer. «Me han hablado maravillas de la unidad y me gustó al conocerla. Ademas, son referentes en ecocardio a nivel nacional», apunta.
El drama de la vivienda
Sin embargo, para otros residentes ver la adjudicación de la plaza que les enviaba a una de las zonas con más complicaciones para acceder a una vivienda fue un quebradero de cabeza.
«Ibiza fue mi última opción. No porque no me gustase el destino, sino por la vivienda. Pago 700 euros por una habitación, más gastos, y por lo que he visto tengo que dar las gracias por tener casa», explicó Natalia Cubero (EIR Matrona). Natalia, que destaca la isla como una gran opción para formarse como matrona al ser «una unidad de máximo nivel orientado al cuidado de la mujer», descarta prácticamente quedarse tras los dos años de formación. «A día de hoy, no me quedo. No quiero seguir pagando barbaridades por una habitación. Me encantaría quedarme en el sitio que te forma, pero por desgracia no creo que cambie mucho la cosa», responde tajante.
Cabe recordar que el Área de Salud dispone de una residencia para profesionales sanitarios y un servicio de coordinación de vivienda sanitaria. Algunos médicos, enfermeras y farmacéuticos residentes han podido hacer uso de la residencia hasta que han encontrado vivienda definitiva en Ibiza.
Al igual que Natalia, el resto de nuevos residentes se ven obligados a pagar entre 700 y 800 euros por una habitación todo el año. Motivo por el cual, para muchos de ellos la isla fue la última opción y, a día de hoy, no ven claro establecerse en ella tras su formación. «Todo el mundo al que le decía que me iba a Ibiza se asustaba. Me preguntaban, ¿pero dónde vas a vivir?», apunta Gloria Barbuzano (EIR Pediatría), una tinerfeña que comparte piso con Natalia y Lucía Fernández, pagando 700 euros por una habitación anual. Aunque no está del todo segura, Gloria tiene claro que «si le ofrecen contrato de especialista, se queda», ya que la isla le ha «sorprendido para bien».
Formación
Para Henar Bachiller, MIR de Pediatría, la novedad de este año, venir a Ibiza fue una gran «sorpresa» y el lugar que le permitió cumplir su sueño de especializarse en Pediatría. «Tenía claro que repetía el MIR. No tenía mal número para coger otras cosas, pero solo quería Pediatría», señala Henar que desde pequeña tuvo clara su vocación por la Pediatría heredada de su tía, «su ejemplo a seguir».
«Cuando me llegó el correo del Ministerio en el que me habían adjudicado plaza y me había tocado aquí no me lo creía. Todavía lo estoy asimilando», puntualiza con una sonrisa. Aunque actualmente desembolsa 800 euros por una habitación, Henar asegura que «está abierta a todo». Aunque tampoco estaba como primera opción, Lucía Iglesias e Irina Zanni (ambas EIR de Atención Familiar y Comunitaria) se alegraron mucho al ver Ibiza como destino de su formación.
«Quería una isla sí o sí. Estuve de Erasmus en las islas Azores y quería volver a vivir cerca del mar», explica Lucía, quien añade que su primera opción eran las Islas Canarias por la vivienda. «Aquí pago 700 euros por una habitación y eso que era de un conocido de un familiar», apunta. El caso de Irina es muy similar. Tras ocho años en Madrid, trabajando durante la época covid como enfermera durante un tiempo, se «cansó de la ciudad» y no vio con mal ojos venir a la isla de Ibiza en busca de «una vida más relajada».
Ambas están encantadas con la estancia aquí, destacando la gran formación con la que cuentan las enfermeras. «Las enfermeras se han formado muchísimo y están actualizadas. A ti como residente es lo que te enriquece. Las técnicas las sabemos hacer, por suerte ya hemos trabajado, lo que queremos es mejorar en conocimientos», agrega Irina.
«Te piensas que Ibiza es una isla de paso pero hay grandísimos profesionales. Las enfermeras están muy bien formadas. Por desgracia, aquí hay pocos médicos residentes y muchas veces las enfermeras nos vemos solas ante el peligro», finaliza Lucía.