Las puertas de los colegios e institutos de Ibiza se abrieron ayer a un nuevo curso escolar tras un largo e intenso verano. Un primer día que comenzó con la llegada de miles de alumnos a sus centros educativos entre abrazos, nervios, ilusión y algunos lloros, pero no muchos.
Especialmente esta vuelta al cole estuvo llena de alegría y muchos reencuentros a las puertas de los colegios de la isla. La incertidumbre de las primeras veces contrastaba con la seguridad de los más mayores; alumnos que dentro de un año estarán dando el gran salto a Secundaria.
Es el caso de la joven Aura, una alumna de sexto de Primaria del CEIP Can Guerxo, quien esperaba expectante en la entrada del colegio junto a sus padres y el resto de compañeros. Todas las tutoras y tutores estaban organizando las filas de los estudiantes en el patio antes de dirigirse hacia las aulas para comenzar las actividades de presentación habituales el primer día de clase.
Mientras esto ocurría, los alumnos más pequeños seguían en brazos de sus padres y otros estaban agarrados a sus piernas. No obstante, los más mayores tenían ganas de entrar a su nueva clase para buscar su nombre en los pupitres y ver la distribución de las sillas y las mesas. Pasaban los minutos y los grupos más pequeños iban subiendo a sus aulas, mientras los más mayores esperaban su turno. Después de contarse entre ellos varias historias y anécdotas sobre sus vacaciones, los alumnos de sexto comenzaron el recorrido hacia su último año de colegio.
Fue entonces cuando Aura mostró una sonrisa cálida y alegre a sus padres mientras su figura se perdía emocionada entre el alumnado del CEIP Can Guerxo. Los nervios y el ajetreo del patio se habían trasladado al interior del centro educativo.
Sin embargo, en el exterior reinaba un ambiente nostálgico provocado por la presencia de algunos padres que seguían en el centro o emprendían su marcha lentamente.
«Una más»
«Estamos muy felices al ver a nuestra hija así de contenta con sus compañeros; es la primera vez que se siente como una más de su grupo de compañeros», destacó Alejandro, padre de Aura algo emocionado, explicando que esta joven estudiante de 12 años ha estado en varios colegios antes de matricularse en el CEIP Can Guerxo.
«Es su segundo año en este centro y es la primera vez que se siente así de integrada en un grupo que para ella es familia; tenía muchas ganas de empezar el curso y aprender», destacó e indicó, además, que este año Aura está incluso más feliz que el curso pasado porque durante esta etapa educativa tendrá como actividad extraescolar un taller de cerámica que se celebrará en otro espacio público de la isla. Esta novedad educativa, entre otras, se ofreció ayer a los alumnos por parte del equipo docente de este colegio de Sant Jordi.
En este sentido, la directora de Can Guerxo, Gemma Orvay, señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que toda la plantilla de docentes ha empezado con mucha ilusión, como cada año.
Preparativos
«Hemos celebrado muchas reuniones de claustro, y también con las familias, para preparar bien la vuelta al colegio de los niños y anticiparnos al inicio del curso escolar para que los estudiantes sientan una mayor seguridad», subrayó la directora, resaltando la importancia de la acollida del alumnado. En esta línea, también adelantó que este 27 de septiembre el centro organizará una salida de bienvenida para impulsar la convivencia escolar.
En relación a la metodología del centro, Gemma Orvay agregó que, además de utilizar Chromebook como recurso educativo, también realizarán proyectos, talleres y dispondrán de espacios de aprendizaje, así como libros de texto. Al preguntarle por el número de plazas vacantes durante este inicio de curso, explicó que empiezan con la plantilla completa y que la mayoría del personal docente es fijo.
También, respecto a la incorporación de auxiliares técnicos educativos (ATE) en centros de Ibiza que prometió la Conselleria de Educación, Gemma Orvay informó de que el CEIP Can Guerxo ha sido una de los centros afortunados de la isla, ya que les han asignado un ATE dos días a la semana que será compartido con otro centro.
Una incorporación que, en principio, cubrirá las necesidades del alumnado, ya que, tal como recordó la directora Gemma Orvay, este colegio es de una línea y sólo tiene desdobladas las clases de primero y tercero.