Consternación en el barrio de ses Figueretes tras la muerte de un vecino de 38 años que ayer, sobre las 8.30 horas, se precipitó por una ventana desde un tercer piso. Este hombre, de nacionalidad argentina, llevaba tiempo viviendo y compartiendo piso en un edificio de la calle Navarra, según residentes y trabajadores de la zona.
Estas mismas fuentes, que fueron testigos de la caída, escucharon de forma repentina el impacto contra el asfalto. «Nosotros estábamos trabajando cuando tuvo lugar la caída y enseguida empezó a venir gente para ver cómo se encontraba este vecino», destacó a Periódico de Ibiza y Formentera una de las trabajadoras del Restaurante Retró Gusto, quien explicó que los sanitarios del 061, desplazados en una ambulancia de Soporte Vital Avanzado, realizaron al fallecido la maniobra de reanimación cardiopulmonar durante varios minutos antes de certificar el fallecimiento del hombre.
Al lugar de los hechos también acudieron agentes de la Policía Local de Ibiza y efectivos de la Policía Nacional. En este sentido, es la Policía Científica la encargada de la investigación de los hechos ocurridos ayer por la mañana con el objetivo de esclarecer las condiciones en las que se produjo este suceso.
Al respecto, fuentes oficiales adelantaron que todas las hipótesis están abiertas, aunque, informaron de que el hombre podría haberse caído o podría tratarse de un suicidio. Es por ello que los agentes realizarán un análisis toxicológico para determinar si el hombre había consumido alcohol o drogas antes de precipitarse al vacío.
«Mi compañera de piso lo conocía y me ha dicho que era buena persona; todavía sigue en shock por lo sucedido», afirmó un vecino del bloque ayer por la mañana horas después del suceso. En relación al hombre fallecido, trabajadores del restaurante Arami, uno de los locales que están cerca del inmueble donde tuvo lugar el percance, explicaron que conocían al hombre de vista.
Indicaron que, al trabajar como seguridad de discoteca, era un hombre de complexión fuerte que solía ir al Vip Gym Ibiza. No obstante, en el establecimiento desconocían lo sucedido ayer por la mañana, igual que en el Restaurante argentino Can Mario Asador.
«Los hechos ocurrieron en extrañas circunstancias porque tras la caída las persianas estaban bajas; y las cortinas por fuera», indicaron desde uno de los locales cercanos al inmueble.