La sede judicial de Ibiza ha acogido este jueves la inauguración del año judicial con la presencia del presidente del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB), Carlos Gómez, quien en su discurso ha querido mandar a la sociedad un mensaje de «seguridad». «A pesar de todas las deficiencias, al final acabamos funcionando y las cosas transcurren con normalidad. A todos nos gustaría que la Justicia fuera más rápida y más eficiente, pero esto depende muchísimo de los medios, que no dependen de los jueces sino del esfuerzo inversor que haga el Ejecutivo en cada momento», ha asegurado el presidente del TSJIB a los medios al finalizar el acto. «Los 143 jueces de las Illes Baleares estamos comprometidos con la función que nos otorga la Constitución de tutelar los derechos de todos los ciudadanos», ha insistido Gómez.
El presidente del TSJIB ha señalado que la isla de Ibiza está «un poco mejor» que el resto de islas del archipiélago balear en cuanto a medios materiales «porque tiene un edificio más nuevo», mientras que en las otras «ni siquiera hay espacio para hacer nuevos edificios de momento». «Es cierto que falta acabarlo, pero las obras ya han empezado», ha señalado Carlos Gómez, quien ha admitido que en cuanto «a la volatilidad del personal de Justicia, Ibiza está un poco peor que las otras islas».
Carlos Gómez también ha destacado el incremento en los delitos de contenido sexual, «con víctimas que muchas veces son menores», lo que ha causado «sorpresa en los propios jueces». El presidente del TSJIB también ha valorado el incremento en la ligitiosidad relacionada con el derecho de los consumidores como los conflictos con aerolíneas y créditos revolving. «El consumidor se ha hecho consciente de sus derechos y hay una enorme cantidad de litigios que tenemos que atender en los juzgados de primera instancia que generan retrasos», ha apuntado Carlos Gómez.
Menores y redes sociales
El fiscal superior de Balears, Julio Cano, explicó que la «preocupación» que hay en la Administración de Justicia en relación a los efectos de las redes sociales en los menores. «Nosotros vemos la punta del iceberg, los fenómenos más llamativos, como cuando un chaval ya ha tenido un problema serio, una autolesión o un trastorno que ha requerido un ingreso hospitalario, pero a eso subyacen otras muchas cosas que como sociedad quizá tenemos que tomar conciencia y hacerles frente», ha apuntado Cano a los periodistas.
En este sentido, Cano ha explicado que los psiquiatras infantiles «nos ponen de manifiesto que hay un cierto problema con las redes, que proporcionan una satisfacción muy inmediata a los chavales, que tienen sistemas que crean adicción y les aíslan de su entorno familiar y de amigos y que esto produce a la larga unas repercusiones que no son positivas». Además, estas redes sociales «han facilitado una serie de conductas» que propician que los menores puedan ser autores y víctimas de acoso y de otra clase de delitos.
Un problema que va a más debido a la generalización en el uso de las redes sociales por parte de los menores, por lo que desde la Fiscalía «queremos dar un toque de atención porque la sociedad tiene un problema».