Canviem el rumb’ se ha convertido en una de las plataformas de más renombre de la isla. Son varios los actos y manifestaciones convocados a lo largo del verano para protestar por el modelo turístico actual de la isla de Ibiza, el elevado precio de la vivienda o la llegada continuada de cruceros, entre otros motivos. Para este viernes hay organizada una nueva manifestación, que esperan que sea la más popular realizada hasta el momento, convocada a las ocho de la tarde en el parque de la paz, para protestar por el modelo turístico «masivo y de lujo». La plataforma no tiene jerarquía establecida como tal. Sin embargo, sí que tienen unos portavoces que van rotando con el tiempo. De cara a la manifestación de este viernes, que partirá a las 20.00 horas del Parque de la Paz, uno de ellos es Pau Kokura, quien explicó a Periódico de Ibiza y Formentera todo lo relacionado con la plataforma y la protesta de este viernes por la tarde.
—Sobre la manifestación de este viernes, ¿es específicamente solo sobre el turismo?
—En la plataforma, cuando hablamos de turismo, le ponemos dos caras, el turismo masivo y el turismo de lujo. Es el modelo por el cual se ha apostado en la isla. Se decía antaño que para combatir la masificación lo que había que hacer esa apostar por ese turismo «de lujo». Sin embargo, lo único para lo que ha servido es para encarecer los precios de la isla. Tenemos una marca que se vende como turismo de lujo, pero que no se corresponde con la calidad. Se ha de trabajar para repensar la masificación, pero también esa marca de lujo.
—Entonces, sí está enfocada en el turismo.
—Nuestro lema es ‘Pongamos límites al turismo’, relacionado con las manifestaciones hechas en la Península, Mallorca y Menorca. Cada territorio tiene sus peculiaridades, pero en Ibiza hemos de poner el foco en esto. Hemos implantado un monocultivo económico, donde el único motor es el turismo. En la manifestación hablamos de poner límites porque lo que tenemos que hacer es diversificar la economía
—¿Cree que en Ibiza es un poco más complicado protestar contra el turismo precisamente por su importancia en la economía?
—Yo creo que no; lo difícil es movilizar durante el verano porque prácticamente todos estamos trabajando mucho. Durante el invierno hay charlas, hay debates, hay acciones... y hace tiempo que el debate está sobre la mesa. Ibiza siempre se ha movilizado mucho por cuestiones ambientales, como cuando las plataformas petrolíferas o para proteger un espacio reservado como ses Salines. Es cierto que el turismo siempre ha sido un poco tabú, pero precisamente queremos repensar ese tabú. Además, el modelo turístico que hemos conocido los últimos años va a tener que cambiar, queramos o no, por el impacto medioambiental que tiene.
—¿Cómo deberían afrontar las instituciones este decrecimiento turístico?
—Dentro de la plataforma tenemos planteadas unas cuantas medidas, que ya estaban encima de la mesa de las diferentes entidades. Estas pueden ser limitar la llegada de cruceros, prohibir los jets privados, regular los pisos turísticos, establecer una fiscalidad del agua, diferenciando del uso turístico del individual o del agrícola. Si hay una economía, si hay un turismo, esta riqueza ha de ser revertida a la población. A día de hoy pagamos las infraestructuras de este modelo, pero el dinero que genera no llega hasta la mayoría de la población de la isla.
—¿Y qué modelo económico habría que impulsar para compensar?
—Hay dos sectores cruciales que habría que impulsar. El primero es el de la agricultura. Ibiza es uno de los lugares de toda España con menos soberanía alimentaria. Solo un 3% de lo que consumimos es elaborado aquí. Hemos de impulsar los campos productivos y ecológicos. El otro sector a impulsar es el comercio, el local, de toda la vida. Ha ido perdiendo fuerza precisamente por el impulso turístico, que hace que solo las grandes empresas, muchas veces con capital extranjero, sean las que se llevan la gran parte del pastel. Queremos impulsar que una buena parte de las familias de la isla puedan vivir de cosas que no sean el turismo
—Hablando de la manifestación, ¿qué es lo que esperan?
—Yo tengo buenas expectativas, pero ahora estamos tratando un tema que es un poco tabú. Sin embargo, sí que hay mucha gente que nos está felicitando, tanto en público como en privado, y espero que vaya mucha gente. Queremos que sea el principio de una serie de acciones para empezar a coordinar una serie de propuestas con las instituciones a través de una posición de fuerza.
—¿Cómo nace Canviem el rumb?
—La plataforma como tal nació entre junio y julio de este año, pero ya venía de tiempo atrás a través de las entidades que lo componen. Siempre ha sido difícil coordinarse entre las plataformas. Sin embargo, ahora nos hemos unido colectivos de diferentes sectores, como pueden ser asociaciones feministas, otras más enfocadas en materia ambiental... Empezamos a entender que el problema de un colectivo termina siendo el problema de todos. No podemos quedarnos esperando a ver qué es lo que pasa. Ibiza ha llegado a un punto en el cual la sociedad se ha roto y hay que recuperarla.
—Como plataforma, ¿qué objetivos tienen a corto plazo? ¿Se han planteado entrar en el circuito político?
—Lo que es seguro es que Canviem el rumb nació como una plataforma apartidista, que no apolítica, y lo seguirá siendo. El objetivo de la plataforma es coordinar las diferentes entidades que lo conformen, pero no se convertirá nunca en un partido político, ni entrará en ella ningún partido. Otra cosa es que pongamos nuestros planteamientos sobre la mesa e invitemos a todos los partidos a adoptarlos.