La impunidad con la que operan los taxistas pirata en el aeropuerto de Ibiza ha convertido a este sector de la economía sumergida en una actividad descarada, que se intensifica con la llegada masiva de viajeros durante el fin de semana de los cierres de discotecas, el último gran evento de la temporada.
El atrevimiento de estos conductores llega hasta el punto de actuar dentro de las instalaciones del aeropuerto, captando turistas nada más cruzar la puerta de llegadas. Al salir, su presencia se hace aún más evidente. Algunos se plantan frente a la puerta, mientras otros se sientan en las vallas que separan la acera de la calle donde circulan los taxis legales, ofreciendo sus servicios sin pudor alguno a los recién llegados.
Solo unos minutos de observación bastan para detectar cierta coordinación entre ellos. Después de asegurar un grupo de clientes, en su mayoría extranjeros, una llamada telefónica pone en marcha a otros compañeros que, o bien acompañan al grupo hasta desaparecer en el parking, o cubren el puesto del que se dispone a realizar el servicio.
Este viernes por la mañana, Periódico de Ibiza y Formentera detectó más de una decena de taxistas pirata en las instalaciones del aeropuerto, con, por lo menos, tres de ellos operando simultáneamente en las puertas. La diversidad de acentos, incluyendo árabe, latino y rumano, además del castellano, refleja que los taxis ilegales en Ibiza no discriminan por procedencia, raza o sexo. Durante la observación, no se percibió ningún tipo de control policial.
Este rotativo también pudo presenciar cómo la mayoría de los taxistas legales observan estas actividades con resignación. No obstante, algunos llegaron a enfrentarse a los piratas. En uno de los incidentes, tres taxistas pirata insultaron y fotografiaron a un taxista que, harto de la situación, les recriminó su descaro. Un descaro e impunidad con el que, más allá de permitirse enfrentarse abiertamente a los taxistas, también se conceden la licencia de tratar de amedrentar a la prensa. Y es que da la sensación de que los taxistas ilegales sienten el aeropuerto como suyo por la seguridad y tranquilidad con la que se mueven a la hora de captar turistas y amenazar abirtamente a prensa y taxistas legales.
Además de captar turistas, los taxistas pirata han implementado otras prácticas fraudulentas. En este sentido, la asociación Profesionales de Élite Corsaris d’Eivissa denunció recientemente una nueva treta utilizada por estos conductores ilegales para evitar pagar el estacionamiento. Según informó la asociación, los piratas se pegan al vehículo de delante para pasar por la barrera del aparcamiento sin recoger un ticket, lo que les permite estacionar sin coste alguno. Élite grabó esta práctica y la difundió en redes sociales para exponer otra ilegalidad más de estos conductores.
Además, la asociación destacó que algunos taxistas pirata parecen tener buenas relaciones con agentes de seguridad del parking, lo que les permite entrar y salir sin problema. A pesar de que ahora hay más taxis legales disponibles, algunos turistas siguen optando por los servicios de los piratas, ya sea porque les ofrecen sustancias estupefacientes o simplemente porque desconocen que son ilegales.
La falta de control sobre estas prácticas en uno de los principales puntos de acceso a la isla deja una gran interrogante sobre la capacidad de las autoridades locales para abordar el problema de los taxistas pirata. Mientras el aeropuerto de Ibiza sigue siendo un campo fértil para estas actividades ilegales, tanto los taxistas legales como los turistas se ven atrapados en un entorno cada vez más hostil. Las voces de denuncia, como las de la asociación Élite Corsaris d’Eivissa, reclaman más acciones concretas y efectivas que aún no han llegado, alimentando la incertidumbre sobre el futuro del transporte público en la isla.
Por supuesto que hay oferta de taxis ilegales, y siempre la habrá mientras cuando no hay servicio de los taxis legales.