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Bares de siempre

Ara Anam!, «el ‘bar coyote’ de Sant Jordi»

Ara Anam! mantiene su espíritu familiar, sus platos tradicionales y el ambiente cercanoque le caracteriza

Ara Anam!, «el ‘bar coyote’ de Sant Jordi» | Toni Planells

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E l origen de no pocos de los establecimientos hosteleros más veteranos de Ibiza está en el concepto de colmado. La palabra ‘colmado’ proviene del verbo ‘colmar’, que significa ‘llenar hasta el borde’.
Días después, la joven volvió a casa de María, pero esta vez con una actitud seria: «¿Hablabas en serio?», le preguntó. Fanny lo tenía decidido: aunque no tenía experiencia en hostelería, quería hacerse cargo del negocio. «Había hecho prácticas en un banco, pero sabía que mi futuro no estaba en una oficina», recuerda ahora con una sonrisa. Y es que a veces, el destino toma giros inesperados.

Historia

El bar Planells, que posteriormente se convirtió en Ara Anam!, había sido abierto en l1971 por María Ferrer y su marido, Miquel Planells, que se ocupaba de la cocina. En sus inicios, el bar se encontraba en un local pequeño, a pocos metros de su ubicación actual, en el corazón de Sant Jordi. Tras años de esfuerzo, la pareja construyó un nuevo edificio —donde hoy se ubica Can Bufí— y trasladaron allí su negocio a principios de los años 90 con sus cuñados, Pep y Catalina. Tras su jubilación optaron por alquilarlo a los hermanos Francisco y Lucía durante un tiempo.
Cuando Fanny asumió el reto, el cinco de diciembre de 2002, comenzó una nueva etapa en el bar, marcada por su carácter innovador, pero siempre respetando la tradición que María y Miquel habían mantenido durante décadas.

Inicios

Fanny recuerda con humor sus primeros días tras la barra: «No sabía ni lo que era un carajillo. Los compañeros y clientes me iban guiando con consejos, y nunca podré agradecérselo lo suficiente». Uno de sus mayores apoyos fue su familia. «Recluté a todos los que pude», comenta riendo, mencionando a Margarita, la novia de su primo, así como a su padre, su hermano José Vicente y su madre, quienes fueron piezas clave en los inicios.

Sin embargo, no todo fue fácil. En un pequeño pueblo como Sant Jordi, los rumores no tardaron en circular. «Decían que mi padre me había puesto el bar para que me entretuviera», relata Fanny. Y aunque inicialmente su padre no estaba de acuerdo con su decisión —quería que siguiera una carrera más estable tras estudiar Empresariales—, pronto cambió de opinión. «Mi padre, Vicent de Can Maiol, se dio cuenta de que me lo tomaba en serio y empezó a apoyarme en todo. Uno de sus primeros consejos fue que no tratara de convertir el bar en un lugar sofisticado, sino que mantuviera la fórmula que ya funcionaba».

Claves del éxito

El éxito del Ara Anam! radica en su respeto por la tradición y en la calidad de sus platos. Uno de sus emblemas es la tapa de pulpo, «la estrella de nuestra cocina», comenta Fanny. A pesar de la evolución natural del negocio, la esencia se mantiene. «Lo único en lo que he innovado ha sido con la carta de zumos y las tostadas ‘healthy’, que están triunfando», añade.

Equipo en femenino

Entre risas, Fanny menciona el «boom del aguacate»: «Hacemos cualquier combinación con aguacate. Sheila y Cristina, que están en la cocina, son las reinas del aguacate». A ellas se suman Rosa y Mariluz, que llevan el control del menú diario, y Ana, la «princesa de la cocina», que tiene siempre todo a punto. En la barra y la terraza, Sonia, Alba, Toñi, Nerea, Nieves, Núria y Ruth acompañan a Margarita, que, sigue en el Ara Anam! desde el primer día. «Luisa se encarga de la administración», finaliza Fanny, quien no duda en destacar el excelente trabajo de su equipo de 15 mujeres.

El ‘Coyote de Sant Jordi'

Al recordar los primeros años al frente del negocio, Fanny no puede evitar sonreír: «Nos llamaban ‘el bar coyote de Sant Jordi’ porque organizábamos muchas fiestas, como la de mojitos, y hacíamos espectáculos de monólogos». Entre las anécdotas, destaca el famoso «momento chupito»: «Al mediodía, todas parábamos lo que estábamos haciendo para brindar con un chupito y recargar energías», cuenta divertida. Pero, como en todo negocio, llegó un punto en el que tocaron «madurar». «Con pena, decidimos dejar de hacer el ‘momento chupito’ para que las cosas no se nos fueran de las manos».

A pesar de los cambios, una cosa ha permanecido: la unidad del equipo. «Lo más importante es que volvamos a casa habiéndonos reído. Si no, el trabajo sería insoportable», explica Fanny.

Clientela

El Ara Anam! ha logrado mantener una clientela fiel, compuesta en su mayoría por trabajadores que buscan un menú rápido y contundente. «Suelen tener apenas 20 minutos para comer, así que prefieren platos de cuchara y no complicaciones», comenta Fanny. Durante el verano, el bar también se llena de trabajadores nocturnos que vienen de las discotecas DC-10 y Hï, así como de clientes que continúan la fiesta. «Es curioso ver cómo coinciden en la barra un jubilado tomando su carajillo y un grupo de chicas que acaban de salir de la discoteca», añade riendo.

Entre los habituales, encontramos a Nieves y Pedro, quienes acuden diariamente desde Salines. «Venimos a desayunar o tomar el aperitivo desde los tiempos del Bar Planells», explica Pedro, quien destaca la calidad del café. Nieves, por su parte, es una fanática del bocadillo de lomo y el menú del día. «Hagan lo que hagan, siempre está delicioso», afirma.

Otro cliente fiel, Paco, admite que el Ara Anam! «está lleno al mediodía, a veces hasta demasiado». Pero siempre sale satisfecho: «Aquí sales comido y con buen ánimo, sobre todo los viernes». Antonio, otro veterano del local, añade: «Sales siempre con unas risas, y eso no tiene precio».

Gania, por su parte, destaca la simpatía del equipo y su trato cercano. Aunque no duda en mencionar su plato favorito: «Los canelones son insuperables». Para Vicent, las brochetas ocupan un lugar especial en el menú, mientras que Alfonso subraya la rapidez del servicio: «Puedes comer en 20 minutos, ideal para quienes trabajamos y tenemos poco tiempo».

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