Santa Eulària ha iniciado los trabajos de desmonte para la construcción de una rotonda en la intersección entre la calle Mestral de s’Argamassa y el Camí de sa Trenca. Se trata de una reclamación de los vecinos, con los que el Consistorio ha mantenido encuentros abiertos para que expresaran su opinión y propusieran mejoras, para incrementar la seguridad de este punto de la red viaria. El presupuesto de adjudicación ha sido de 1,3 millones a la empresa islasfalto y el periodo de ejecución inicialmente previsto es de seis meses. La realización de esta mejora en el citado cruce supone, además, un paso previo necesario para abordar otras mejoras en la reordenación de la circulación y en la calidad de los servicios en la zona de s’Argamassa.
El proyecto que se ha realizado tiene como objetivo fundamental el de mejorar la circulación y la seguridad vial de los vehículos y peatones en la intersección de la calle Mestral con el Camí de sa Trenca para lo cual se construirá una glorieta y se adecuarán una serie de espacios de tránsito peatonal adyacentes. La rotonda será similar a la que se ejecutó en la renovación de la carretera es Canar y que, precisamente, permite acceder, en otras zonas, a s’Argamassa. Así, la calzada contará con una anchura constante de 6,73 metros, con una velocidad de diseño del nuevo trazado de 40 km/h y la rotonda contará con un diámetro de 29,5 m. Las aceras peatonales tendrán una anchura mínima de 1,8 m.
Además de evitar el riesgo del actual cruce en ‘T’ y ampliar el ancho de la zona de paso de vehículos para evitar posibles accidentes, la propuesta incluye otras mejoras como una veintena de farolas tipo led que aporten mayor seguridad para todos los usuarios de la vía pero con la vista puesta en la eficiencia energética. Igualmente, se mejoran las canalizaciones de agua y de alcantarillado, al tiempo que se crea una red propia de pluviales que, junto al ajuste de las pendientes de la calzada, tratará de evitar posibles encharcamientos en la zona.
Otra mejora que se introduce es la instalación de dos marquesinas de autobuses, una en cada sentido, de manera que los usuarios de las líneas regulares y del transporte escolar tengan las mejores condiciones para esperar su transporte. Además, estos apeaderos estarán situados fuera de los carriles de circulación, de manera que la subida o bajada de los vehículos no suponga riesgo alguno y no entorpezca la circulación. De hecho, una de las paradas se instalará en un pequeño carril de servicio que servirá también para que los camiones de basura puedan vaciar los cinco contenedores soterrados que se instalarán sin que supongan un obstáculo en la vía. Por último, se prevé el soterramiento de cables de telecomunicaciones y de electricidad de manera que se mejore la estética del lugar.