El Consell d’Eivissa descarta paralizar el proceso participativo abierto sobre el trazado de la circunvalación de Sant Rafel que permitirá, si al final se acaba ejecutando, desviar el tráfico rodado del núcleo urbano de esta localidad. El equipo de gobierno ha rechazado en el pleno celebrado este viernes retirar la propuesta de trazado que está en exposición pública, como así pedía el PSOE en una moción. «Tal y como lo han hecho no está bien. Se habrán sentado con alguien que conocen por ahí, pero no se les ha enseñado las diferentes alternativas. Han empezado la casa por el tejado», señaló la consellera socialista Elena López.
El conseller de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, dejó claro que «no se va a imponer ningún trazado a los ‘rafelers’» y que la Ley de Carreteras «obliga a seleccionar una alternativa y los técnicos la han elegido». Juan insistió en que, tras analizar las enmiendas, «saldrá un proyecto de trazado bastante equilibrado y modificaremos lo que haya que modificar».
El vicepresidente del Consell d’Eivissa explicó que «nunca antes» se había permitido la participación ciudadana con anterioridad a la redacción del proyecto y que este estudio de trazado lo único que supone es establecer «una zona de reserva para que no se construya nada porque algún día se puede construir una carretera». Una vez se defina el trazado, «habrá tres exposiciones al público más» y «pasarán años para que el proyecto esté redactado», detalló Mariano Juan.
El conseller de Infraestructuras Viarias destacó que «los ‘rafelers’ se merecen un debate sereno, sin intoxicaciones ni malentendidos». En este sentido, Mariano Juan aseguró que «hay gente a la que le están diciendo que las obras empezarán en marzo» y preguntó al PSOE si todavía consideran, como prevé el Plan Director de Carreteras, que la solución es «una circunvalación en suelo rústico. Si lo que se propone son otras cosas en suelo urbano, que se diga. Porque el Consell hace circunvalaciones, no calles».
Primer cinturón de ronda
En otro sentido, el pleno del Consell d’Eivissa aprobó por unanimidad la cesión del tramo de la E-10 entre la rotonda de ses Figueretes y la de Can Misses al Ayuntamiento de Eivissa. De esta manera, el Consistorio podrá llevar a cabo el proyecto de remodelación de este tramo y convertir la vía en una avenida más de la ciudad. Un proyecto del que se habla desde hace una quincena de años y que será financiado por el Consell d’Eivissa.
La oposición, no obstante, criticó el proyecto que se va a ejecutar. «Es un parche que no soluciona la falta de aparcamientos. Es la solución más rápida y menos ambiciosa», apuntó el conseller de Unidas Podemos, Óscar Rodríguez, quien añadió que el bulevar que se proyecta «es un modelo anticuado».
Los socialistas también aseguraron que el proyecto «está completamente desfasado y se queda corto». Para la consellera Elena López se tendría que haber ejecutado un «proyecto integral» que abarcara también las avenidas Sant Josep y Sant Joan. Además, considera innecesaria que la estación de autobuses Cetis cuente con una segunda salida y critica que no se ejecute un tanque de tormentas bajo la rotonda de Can Misses.
El vicepresidente Mariano Juan justificó que «los técnicos del Consell dijeron que hacía falta una entrada y una salida separadas en el Cetis». Juan dudó que fuera la mejor idea construir un parking subterráneo bajo este tramo «que se inunda todo cuando llueve», como propuso el Ayuntamiento de Ibiza en la pasada legislatura. «Empezar de nuevo supone tirar a la basura 15 años. Pero será el Ayuntamiento de Ibiza quien lo decida», sentenció Juan.