El exconseller de Patrimonio, Joan Marí Tur 'Botja', guarda de manera especial en las vitrinas de su casa la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice que en 2015 le concedió el papa Francisco. Tiempo después, y con motivo de su 80 cumpleaños, 'Botja' recibió otra carta del Vaticano con una felicitación del Pontífice por este aniversario.
«Siempre he estado muy agradecido al Papa por este reconocimiento que fue una petición del anterior obispo, Vicente Juan. Fue una compensación por todo lo que hice por la Iglesia en la Diócesis pitiusa», aseguró este lunes el expolítico.
Marí, quien reconoció haberse emocionado al conocer la muerte de Francisco, recordó cómo casualmente se encontraba en Roma cuando falleció el papa Juan Pablo II. «La de Francisco es una pérdida para la Iglesia católica, pero también es una esperanza de futuro, y esperemos que del cónclave pueda salir una figura emblemática como era él», consideró.
A la hora de valorar el Pontificado de Bergoglio, Marí aseguró que este Papa «hizo muchas cosas, todas las que ha podido, y seguramente habría llevado a cabo acciones más atrevidas».
«Abrió muchas puertas y esperamos que su sucesor las mantenga abiertas, logrando una Iglesia cada vez más abierta a la sociedad y acorde con los tiempos actuales», afirmó también.
'Botja' recordó cómo recogió la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice en la Catedral de Ibiza. Según consideró, se le entregó este reconocimiento por su labor como conseller a la hora de velar por el patrimonio eclesiástico, una labor que llevó a cabo prácticamente en todas las parroquias pitiusas.
Reconocimiento
Fue en enero de 2015 cuando el papa Francisco, a petición del anterior obispo Vicente Juan Segura, concedió este reconocimiento a tres ibicencos. En concreto, el Pontífice otorgó la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice a Juan Cardona Ferrer, exdirector de Sa Nostra en Santa Eulària y Vila y contable hasta 2014 de la Parroquia de Santa Cruz; a Antonio Luis Marí Ramón, miembro del Consejo diocesano de Asuntos Económicos y del Patronato de la Fundación Diocesana Isidor Macabich, y a Joan Marí Tur 'Botja'.
El obispado aseguró entonces que, de esta forma, el Papa quería reconocer «la labor de estos tres cristianos residentes en la isla implicados directa y efectivamente en el servicio desinteresado a la Iglesia».
La Cruz Pro Ecclesia et Pontifice fue creada por el papa León XIII y está considerada como el mayor reconocimiento que pueden recibir los seglares por parte de la Iglesia.