Martín Tamae es artista plástico, oriundo de Buenos Aires y residente en Ibiza desde hace ocho años. El fin de semana pasado visitó Roma con su mujer durante la celebración de la Semana Santa. Según cuenta a el Periódico de Ibiza, llegaron a Roma el Domingo de Ramos a las 10 de la mañana. «Hacía mucho sol y mucha humedad debido a las lluvias de los días anteriores». El bochorno inundaba las calles romanas, abarrotadas de gente. «Según nos dijeron, había 40 mil personas en el Vaticano, pero en los alrededores había mucha más».
Según nos cuenta Martín, el ambiente era muy festivo. «Había parejas, familias, grupos religiosos, personas mayores… incluso gente con poca movilidad se acercaba para celebrar el Domingo de Ramos y ver al Papa. Gente muy devota que a pesar de los impedimentos físicos recorrían grandes distancias en transporte público para verlo».
Después de recorrer el centro de Roma, intentaron entrar al Vaticano, sin éxito. «La cola para entrar era impresionante, estaba absolutamente abarrotado». El fervor religioso conmovía. Este año, además, tuvo lugar el Jubileo o Año Santo, un evento extraordinario que se celebra cada 25 años y que está dedicado a la reconciliación y la renovación espiritual y ofrece a los fieles la oportunidad de recibir la indulgencia plenaria. Por este motivo, según nos cuenta Martín, Roma estaba especialmente concurrida. «No se podía pasar», subraya.
La noticia de este lunes por la mañana cayó como un jarro de agua fría. «Mi mujer está todavía muy afectada, ella lo vio personalmente, hace años, en el Vaticano. Francisco era una persona muy cercana, era hincha del club de fútbol San Lorenzo, como yo. Quizás por eso la noticia fue tan contundente». Ambos están aún recuperándose del golpe emocional. «Volvimos de Roma el domingo a las 23 horas, y este lunes nos despertamos y leímos la noticia. Fue desgarrador».
En cuanto a la seguridad, Martín asegura que el evento se produjo sin incidentes, y que la organización del personal de seguridad fue «impecable». «Vimos pasar alrededor de seis furgones escoltados por la policía romana, adentro iba el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance». La llegada del representante estadounidense contribuyó al colapso del tráfico en la capital, ya que hubo que cortar varias calles para que el convoy pudiera abrirse paso. También avistó varios helicópteros que sobrevolaban la ciudad. «Yo quise visitar Italia porque soy amante del arte. Habíamos estado en Pisa y en Florencia y obviamente fuimos a visitar Roma. No sabíamos lo que ocurriría después. No nos lo podemos creer», afirmó compungido.
Igual que Martín y Carolina, son muchos los que han quedado conmocionados con la noticia esta mañana. No habían pasado ni 24 horas desde la última vez que el papa Francisco se dirigía a sus feligreses desde la Plaza San Pedro para agradecerles por sus muestras de apoyo y hacer un llamamiento a la paz: «En este momento de debilidad física, sus oraciones me ayudan a sentir la cercanía y la compasión de Dios. Yo también rezo por ustedes, en especial por aquellos que sufren a causa de guerras, pobreza o catástrofes naturales», oraba
Francisco Bergoglio era conocido por su acercamiento a los pobres, por su posición abierta y tolerante y por su carácter amable y benigno. Falleció este lunes por la mañana a las 6:35 hora española, debido a complicaciones derivadas de una infección respiratoria. Tenía 88 años. «88, como dos infinitos», recalca Martín desde el otro lado del teléfono, con voz melancólica.
ALEXBravo. Si señor. Como les incomoda a los fachapobres de que alguien que se tuvo que fugar de la dictadura facha de su país de origen no les pone el culo como han hecho otros anteriores. Una pena. Ahora un papa negro de verdad. Me alegraría