Sin querer confirmar plazos sobre el inicio de las obras, el alcalde de Ibiza, Rafa Triguero, avanzó ayer que probablemente la reforma de la avenida de España se ejecutará en dos fases, desde la calle Extremadura hasta el final; nunca se trabajará durante la temporada turística para minimizar molestias y la obra no supondrá la reducción del número de plazas de estacionamiento.
El Ayuntamiento de Eivissa convocó este lunes a diferentes asociaciones vecinales de la ciudad para presentarles esta ambiciosa propuesta de remodelación.
Entre las principales novedades, Triguero anunció que la entrada de la avenida de España será de un solo sentido, mientras que se saldrá de la ciudad por la calle Aragón creándose dos salidas hasta la calle Es Cubells.
El barrio de Figueretes contará sólo con una vía de entrada evitando que, como hasta ahora, coincidan a la vez varios autobuses u otros vehículos de gran volumen en determinados puntos.
«La calle País Valencià parece una autopista. No se respeta la velocidad», señaló Pepe Torres de es Clot.
Otra novedad importante será la creación de un carril bici no segregado, a diferencia del existente en la avenida Isidor Macabich.
«Nosotros pensamos que en la avenida de España cabe un carril bici», señaló otro de los asistentes.
El alcalde aseguró que se trata de una cuestión que «nos hemos planteado y hemos debatido, aunque cuando se vea el mapa de carriles bici, se entenderá». «A nivel técnico, está justificado», insistió.
En la reunión se destacó además que el ancho de las aceras se mantendrá y que no va a haber más contenedores soterrados puesto que, con la nueva contrata de basuras, probablemente a partir de 2026 se implantará un nuevo modelo que incluirá el sistema de recogida puerta a puerta, junto a la implantación de islas emergentes con el que se instalarán contenedores en determinadas zonas de la ciudad durante varias horas para ser retirados después.
«La gestión diaria de los contenedores soterrados es terrible», afirmó Triguero.
En el nuevo proyecto se doblará el número de árboles en toda la avenida; se instalará una baldosa similar a la colocada en Pere Francès en diferentes tamaños y se renovará todo el saneamiento y el mobiliario urbano.
«Los vecinos nos han dicho que no les gustan los bancos instalados en Isidor Macabich», afirmaron desde el equipo de gobierno municipal.
El objetivo del Consistorio es ahora celebrar un par de reuniones más con vecinos y comerciantes para presentarles el proyecto y recoger sugerencias que después podrán ser incorporadas a la obra. También se aseguró que en este tramo, y según las consideraciones de los arqueólogos del Ayuntamiento, no deberían hallarse restos que interrumpan los trabajos.
«Empezar en octubre sería maravilloso», sugirieron los vecinos al alcalde.
Triguero, además, señaló que la reforma deberá ir ligada a la remodelación de la E-10 y la avenida de Sant Josep. «Y qué pasa si se retrasa. Para salir de Ibiza puede ser un caos», afirmó uno de los asistentes.
El primer edil aseguró que el proyecto de la E-10 no debe retrasarse, aunque si algo sucediera, se desarrollaría el vial para salir. «Tiene que ir todo muy ligado», concluyó.
Apañados estamos si la salida de la ciudad pretenden que sea la calle Aragón, que ya está permanentemente atascada, y tiene un cruce cada veinte metros.