Emotivo homenaje al turista atropellado mortalmente en Cala de Bou

«Una vida no vale 3.000 euros». Esta es la pancarta que portaba Yolanda, viuda del hombre de 62 años que fue atropellado en Cala de Bou el pasado domingo por la mañana en el particular homenaje que la familia le rindió este martes en el lugar de los hechos. Las inmensas nuestras de dolor se juntaron con la petición de justicia y las quejas por los 3.000 euros de fianza que la magistrada impuso al responsable del atropello. Un dinero que ya ha depositado en el juzgado, por lo que ha quedado en libertad acusado de homicidio imprudente.

Aurelio había llegado a Ibiza la tarde anterior, proveniente de su Torrevieja natal, junto a un amigo suyo. A primera hora de la mañana salió a dar un paseo y, cuando estaba regresando, a escasos metros del hotel donde se hospedaba, fue embestido por una furgoneta, cuyo conductor, un hombre de 30 años y de nacionalidad peruana, se quedó dormido al volante y cuadruplicó la tasa de alcohol permitida.

Amayda y Byron, los hijos de Aurelio, junto a su yerno, Nelson, depositaron flores y una fotografía de Aurelio, además de un cartel en el que reclaman justicia para el fallecido, asegurando que «no puede valer más la vida de un perro que la de un hombre». Los momentos más intensos se vivieron cuando la viuda, Yolanda, presa del dolor, perdió la consciencia y tuvo que acudir una ambulancia. Afortunadamente, quedó en un susto.

Al acto también acudió el alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, quien también reclamó justicia para la familia de Aurelio y señaló que «hay que endurecer las penas, no puede salir tan barato y fácil el provocar un accidente».

Roig pidió «tolerancia cero. Beber y conducir es una bomba de relojería. Que se noten que hay más transporte público que nunca». El alcalde de Sant Josep lamentó que la familia de Aurelio «lo dejó en el puerto de Denia para que fuera de vacaciones y ahora se lo llevan en un ataúd».