Martes de calor, mochilas cargadas y muchas miradas al reloj. A las 9 horas comenzaron en el Recinto Ferial de Ibiza las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), con más de 500 estudiantes citados en esta convocatoria. El primer día comenzaba con los exámenes de Lengua Castellana y Literatura, Historia y Filosofía, marcando el estreno del nuevo modelo de prueba, más competencial y menos memorístico, según las nuevas normas estatales.
Antoni Vera, conseller de Educación, explicó que la novedad principal es «una parte más competencial de todas las pruebas», consensuada con la mayoría de las comunidades autónomas. «España es distrito universitario único, y eso significa que todos los alumnos deben examinarse bajo las mismas reglas», recalcó.
Entre los alumnos, las sensaciones eran muy diferentes. Una alumna se mostraba molesta con el peso de asignaturas que no están relacionadas con la carrera que quiere estudiar. «No me parece bien que tengamos que pasarnos horas estudiando una asignatura que no nos apasiona para nada y que no influya en la carrera que queremos estudiar después», decía. Ella quiere hacer cine, a pesar de haber estudiado el itinerario científico.
En el caso de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, algunos alumnos coincidieron en señalar cierta sorpresa por el tipo de textos propuestos. Jaime, del IES Sa Colomina, comentaba que «las sensaciones han sido negativas». «Me parece a mí que se han pasado un poco con los poemas que han puesto, pero bueno», añadía. Sin embargo, quiere estudiar Enfermería o Química y confía en quedarse en Ibiza, donde puede cursas estas carreras.
Foto: Alejandro Mellon
Desde el IES Sa Serra, Ángel contaba que había llegado al examen algo nervioso, aunque con la tranquilidad de haber estudiado. «Cuando llegas aquí y ves a todo el mundo y ves todo tan montado, impacta», decía. Ángel quiere estudiar Relaciones Internacionales en Madrid, aunque admite que también estaba valorando alternativas similares.
El profesorado valoraba la adaptación al nuevo modelo con cierto optimismo. La profesora de Lengua Castellana y Literatura del IES Sa Blanca Dona señalaba que, aunque la preparación había sido diferente porque el examen cambiaba, la prueba había sido «asequible, con contenidos que se habían trabajado y en los que los alumnos se podían defender». Explicaba que, especialmente en su asignatura, ahora se buscaba que el alumnado ubicara los textos en su contexto y analizara temas o estilos, en lugar de memorizar textos largos.
En Historia, uno de los profesores que acompañaba a sus alumnos comentaba que el examen se centra más en el análisis de documentos, textos e imágenes. Respecto a posibles contenidos, mencionaba que creía que podría entrar algo relacionado con el 50 aniversario de la muerte de Franco. «Están preparados, aunque lo de predecir por dónde van a ir las preguntas, este año, es más complicado», decía. «Es un poco sorpresa». Ángel también esperaba que pudieran preguntar sobre la Guerra Civil o el franquismo en Historia.
A media mañana, entre el nerviosismo y el alivio por haber empezado, muchos coincidían en que lo más duro es el primer examen. «Este año vamos un poco a ciegas, porque, aunque han dado modelos, cada examen es una incógnita», decía Mar, que quiere estudiar Derecho. «Pero bueno, ya hemos empezado. Lo peor es el primer día», concluía.