La manifestación convocada este domingo por la plataforma Canviem el Rumb en Ibiza para denunciar los efectos de la masificación turística, ha generado un amplio abanico de reacciones institucionales, empresariales y sindicales. Mientras que desde el Consell d’Eivissa se subraya el compromiso con la contención turística y la sostenibilidad, las organizaciones empresariales como la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) rechazan lo que consideran «actitudes incívicas» y ataques al sector turístico, comportamientos que, según la CAEB, se registraron especialmente en Palma.
Por su parte, desde el sindicato UGT se defiende un «modelo turístico más justo y sostenible» que garantice los derechos de los trabajadores y el acceso a una vivienda digna. La movilización, que reunió a unas 300 personas en Ibiza, según datos oficiales, fue una de las múltiples protestas organizadas en todas las islas con el objetivo de visibilizar el malestar de una parte creciente de la población frente a un modelo económico que, según denunciaron los convocantes, ha derivado en un encarecimiento de la vivienda, presión sobre los recursos naturales y pérdida de calidad de vida para los residentes.
Oferta ilegal
En este sentido, el Consell d’Eivissa recordó ayer, «desde el máximo respeto a las personas manifestantes», las medidas adoptadas en los últimos años para hacer frente a los efectos negativos de un turismo descontrolado, especialmente el vinculado a la oferta ilegal. Entre las acciones destacadas, el Consell mencionó la aplicación de la Ley de limitación de vehículos en Ibiza, que ya ha impedido que al menos 12.000 vehículos intenten operar este año por no contar con espacio en la cuota aprobada. Además, indicó, se están realizando actuaciones informativas contra caravanas y autocaravanas ubicadas en suelos rústicos o que «contravienen esta normativa o las ordenanzas municipales».
«También se ha puesto en marcha un Plan de Choque contra el Intrusismo que ha permitido eliminar en un año cerca de 9.000 plazas turísticas ilegales del mercado», apuntaron desde el Consell a Periódico de Ibiza y Formentera, resaltando que, según datos del Instituto de Estadística de las Islas Baleares (IBESTAT), el número de turistas que afirman haberse alojado en oferta no reglada ha descendido más de un 7 % en el primer trimestre del año, lo que supone unas 13.200 personas menos.
Asimismo, subrayaron que el Consell trabaja actualmente en la redacción del PIAT (Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos), una herramienta clave para fijar el número máximo de plazas turísticas en la isla. En ese sentido, agregaron, ya se ha acordado con la Federación Hotelera de las Pitiusas la propuesta de eliminar 9.000 plazas aún disponibles en la bolsa turística. En materia de promoción, el gobierno insular insiste en su estrategia de desestacionalización del turismo, con campañas para atraer visitantes en abril y noviembre mediante eventos deportivos y promoción del turismo familiar, frente a la tradicional apertura de temporada con los openings de discotecas.
Por su parte, la presidenta en Baleares de la Asociación Española de Directores y Directivos de Hotel (AEDH), Alicia Reina, destacó el papel histórico del turismo en la isla, solicitando un debate «con memoria y propuestas». Reina expresó su «respeto profundo» hacia quienes participaron en la protesta, pero también advirtió sobre los riesgos de ciertos discursos que, en su opinión, «niegan el papel del turismo en la transformación y prosperidad de Ibiza».
«La afirmación de que el turismo no ha traído prosperidad ni igualdad es falsa e injusta. Antes del turismo, Ibiza era una isla sin oportunidades ni expectativas», sostuvo Reina, quien reconoció la necesidad de evolucionar hacia un modelo más equilibrado, pero sin caer en el «rechazo absoluto al turismo». También consideró contradictorio que se critique tanto el turismo de masas como el de lujo sin ofrecer una alternativa clara. «¿Vamos a apostar por más volumen de visitantes con menor poder adquisitivo o por un turismo de mayor valor añadido? Ir contra ambos modelos es, en la práctica, rechazar todo el turismo, y eso sin un plan B es una irresponsabilidad», señaló esta profesional.
En esta misma línea, la presidenta de la AEDH también lanzó una crítica a lo que califica como una «incongruencia» frecuente: censurar el turismo mientras se participa de él directa o indirectamente. «En Ibiza todos vivimos del turismo, de forma más o menos evidente», apuntó, explicando que el futuro de las islas pasa por un debate «adulto, con memoria histórica, propuestas viables y sentido común», alejado de la polarización.
«El enemigo no es el turismo, sino la falta de planificación, el intrusismo, la especulación y la ausencia de políticas públicas valientes», concluyó Alicia Reina. También reaccionó la CAEB tras la manifestación de este domingo contra la masificación turística. La patronal balear denunció el «incivismo» acontecido, especialmente en Palma, y defendió al sector turístico. Desde la CAEB aseguraron que algunos turistas fueron increpados en terrazas y denunció la existencia de mensajes xenófobos y ataques a los trabajadores del sector. En este sentido, la patronal reclamó «tolerancia cero» con el vandalismo y solicitó a la Delegación del Gobierno que actúe contra quienes «dañan la imagen del destino turístico».
Economía circular
Al mismo tiempo, la patronal empresarial reiteró el compromiso de las empresas con la sostenibilidad y la economía circular, aunque advirtió de que se trata de una transición compleja que no puede lograrse de inmediato.
«Desde la firma del Pacto Social y Político para la Sostenibilidad, trabajamos para conciliar el peso del turismo con el bienestar de los residentes», recordaron. La CAEB también lanzó una crítica hacia lo que consideran una manipulación política dentro de las protestas, en las que, según su visión, se mezclaron problemáticas reales – como la crisis de la vivienda o la movilidad – con un discurso antiturístico que no responde a las causas estructurales.
Por su parte, el sindicato UGT reaccionó a la manifestación, exigiendo un modelo turístico más justo y sostenible. A través del secretario general de UGT en las Pitiusas, Pedro Campillo, la entidad reivindicó su participación en el manifiesto de la plataforma Canviem el Rumb con un mensaje centrado en la necesidad de cambiar este modelo. Campillo explicó que desde UGT se defiende un «turismo responsable y moderado», alejado de la masificación que, según el sindicato, «destruye el paisaje, sobrecarga los recursos y recorta la calidad de vida de trabajadores, residentes y visitantes».
En su valoración, el representante sindical aboga por «un turismo de calidad que respete el entorno natural y cultural», que garantice el acceso a servicios públicos y condiciones laborales dignas.
En su propuesta se incluyen mejoras salariales, acceso a vivienda asequible y una gestión transparente de recursos como el agua, la tierra y la energía. UGT se alinea así con las reivindicaciones sociales que piden «una Ibiza y Formentera libres de masificación», agregando que el desarrollo del archipiélago debe basarse en la sostenibilidad, la justicia social y el respeto a la comunidad local. «No es con enfrentamiento, sino con diálogo y compromiso como se construyen las islas que todos queremos», manifestaron desde UGT.
Sólo hay que ver la pancarta de la cabecera,redactada Sólo en una lengua cooficial,despreciando a los castellano parlantes,en la manifestación de Palma,alabada por su gran participación ciudadana, la cabecera,en las 2 lenguas cooficiales,como debe de ser,basta ya de imponer los criterios de unos pocos,ciudadanos somos todos,sólo basta ver a los " responsables " de la organización de dicha " manifestacion".