El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra Colomar (Sant Antoni, 1980) tiene claro que los proyectos que no logre acabar en esta legislatura los quiere terminar en la próxima, por lo que se va a volver a presentar a la reelección. ¿Contra quién? No le preocupa. Esta legislatura ha tenido las manos libres para poder gobernar sin pactos. Y se nota.
—¿Cómo ha arrancado el verano en Sant Antoni? ¿Se ve más movimiento en el pueblo y en las playas que otros veranos o está más calmado? ¿Qué le dicen los empresarios?
—En los últimos años la temporada ha empezado fuerte y parece que este año no ha sido una excepción. Tengo referencias de hoteles, sobre todo los de cinco estrellas, que dicen que están llenos. Parece que la gente está contenta. Quizás la oferta complementaria son los que tienen días raros, aunque la valoración hay que hacerla a final de la temporada.
—¿Le gusta el turismo que llega a Sant Antoni o lo cambiaría?
—Me gustaría cambiarlo, para eso trabajamos. Cada año me gusta más porque se está haciendo muy buen trabajo en promoción turística y en inversiones. Yo creo que se nota. Han aumentado los turistas que no son británicos y ahora llegan más de otros países como Bélgica, Holanda o Alemania y de otros. Cada vez se ve un turismo de más calidad y familiar. Sabíamos que no se conseguiría en una legislatura pero creo que se empiezan a recoger los frutos del trabajo hecho.
—¿Cambiar los locales de ocio nocturno y de comida rápida del West End por restaurantes y tiendas es una quimera?
—No, no lo es. Esta fue una de las iniciativas que pusimos en marcha hace tres años dentro del proyecto de reconversión integral del West End, con ayudas de hasta 80.000 euros para los que abren un comercio o un restaurante en la zona. Ya han abierto nuevas tiendas de complementos, restaurantes, vermuterías, heladerías, bares de desayuno… La oferta se va diversificando, así que creo que vamos por el buen camino. Ahora espero que la obra de Okuda San Miguel en la calle Santa Agnès sea un punto de inflexión y continúe este ambiente familiar que se ve por las mañanas y haya más familias y niños corriendo por allí y dando saltos. Espero que con las ayudas que continuaremos dando para la apertura de locales la oferta diurna se vaya ampliando y sea una zona más amable con los vecinos.
—¿Qué críticas recibe de la obra de Okuda en la calle Santa Agnès?
—He recibido muchas críticas pero, a pesar de ellas, estoy convencido de que ha sido un acierto y estoy muy contento y orgulloso del trabajo. La gente critica, sobre todo, el mantenimiento y su coste. La fachadas también necesitan un mantenimiento continuo, por lo que una calle que se pisa por cientos de personas también lo necesitará. Ya hay zonas en las que ha saltado la pintura pero la obra tiene garantía de un año y se reparará cuando acabe el verano. Todo esto está contemplado y se llevará a cabo un mantenimiento anual. Los 371.000 euros que ha costado en buena parte se financian con fondos europeos, 220.000 euros, que iban destinados a reconversión de zonas urbanas. ¿Si es caro? Si para quitarnos el estigma del West End de Sant Antoni hay que destinar uno o dos millones, estoy dispuesto a ello con tal de reconvertir esta zona, por lo que me parece un dinero bien invertido. Destinaré todo el dinero y medios que haga falta para transformar esta zona y que sea una zona de ocio más amable y con más oferta diurna.
—¿Cómo supone el estreno de [UNVRS], una nueva gran discoteca para el municipio? ¿Ha podido ir? ¿Qué le parece?
—Pude visitarla una semana antes de que abriera. Sabía que no habría problemas de ruidos porque han invertido mucho dinero en insonorización, pero sí que ha habido problemas de movilidad como ya sucedía con Privilege. Sobre todo los ha habido los días de apertura de las principales fiestas. Espero que estos problemas sean puntuales. Hay que trabajar en ello con Policía Local, con la propiedad y espero que también con la Guardia Civil de Tráfico. Con en nuevo planeamiento urbanístico también ser mirará de dar salida a esta zona, que en su día fue urbano pero se desclasificó hace varias décadas. Se quiere dejar como urbano y ampliar las calles que dan acceso a la discoteca y abrir calles nuevas para que los vecinos no sufran los atascos que hay en esta zona.
—¿La venta de gas de la risa ha ido a menos?
—La lucha contra esta venta va a más. Las leyes estatales no nos ayudan porque este gas se utiliza para montar nata, por lo que no está prohibido. En los dos últimos años hemos detenido a un centenar de personas cada año, pasan una o dos noches en el calabozo y luego los sueltan porque la ley no nos ampara. En el Reino Unido ya se ha prohibido y allí es más fácil combatir contra esta venta. Aquí se sienten impunes.
—Meses atrás Sant Antoni vivió un caso de okupación de una vivienda muy sonado. ¿Ha habido más? ¿Cuántos casos atiende la policía al mes?
—Hay casos, sí. Al igual que en la venta del óxido nitroso, si la ley no se endurece es más difícil combatir la ocupación de viviendas. El vídeo que grabaron los okupas en el que parecía que se reían de los españoles y de nuestras leyes hizo que los vecinos se indignaran, se manifestaran y, con la ayuda de la Guardia Civil y la Policía Local, recuperar la vivienda. El Gobierno tiene que endurecer las penas contra los okupas para que en 48 horas se puedan desalojar.
—¿Hay unanimidad en que el puerto de Sant Antoni debe seguir ‘cerrado’ a los ferris que conectan con la Península?
—Unanimidad no hay. Hicimos una encuesta entre las diferentes asociaciones del municipio y la mayoría eran partidarias de abrir el tráfico a ferris. Sin embargo, hoteleros y comerciantes se oponen. Hoy no hay ninguno, pero normalmente hay ferris que vienen a hacer tareas de mantenimiento sin traer pasajeros. Es una zona a la que se saca poco provecho con la falta de amarres que hay en Ibiza.
—¿Qué alternativa propone?
—Por un lado, estaría bien que hubiera más amarres de pequeña eslora para que la gente de aquí pueda tener su barco en el puerto de Sant Antoni. Si el puerto de Vila, por alguna emergencia o accidente, tuviera que cerrarse también estaría bien que tuviéramos esta alternativa. Si pasaran 24 horas sin poder llegar ningún barco a la isla lo notaríamos pronto en cuanto a falta de abastecimientos de productos básicos. Tomar una decisión, en este caso, es complicado.
—¿Qué objetivos básicos persiguen con la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana?
—Con el nuevo Plan General, que esperamos hacer una presentación del borrador inicial en las próximas semanas, buscamos habilitar nuevos espacios verdes, zonas educativas para hacer nuevos colegios e institutos, nuevas zonas deportivas en Sant Antoni, ses Païsses y Sant Rafel. El poco crecimiento que haremos en zona residencial, buena parte destinarlo a vivienda protegida, tanto VPO como VPL, con el objetivo de llegar a las mil viviendas protegidas para que los residentes tengan más facilidades para acceder a una vivienda.
—Uno de sus grandes hitos ya en la legislatura pasada fue desatascar el departamento de Urbanismo.
—Desde que entramos dimos prioridad a las reformas hoteleras, con lo que conseguimos que muchos hoteles subieran de categoría. Se abrió el primer hotel de cinco estrellas de Sant Antoni en la primera legislatura, ahora ya hay tres abiertos y hay dos más en marcha que también serán cinco estrellas. Esto ha sido bueno para Sant Antoni para aumentar la calidad del turismo que nos llega. En paralelo, hicimos una reestructuración del departamento de Urbanismo y conseguimos desatascarlo y pasar de conceder licencias urbanísticas en más de dos años a hacerlo en menos de seis meses, como ahora.
—¿El alcalde de Sant Josep le ha pedido consejo?
—Entre alcaldes siempre nos damos consejos. Sí, me preguntó por el departamento de Urbanismo y se lo expliqué. No es fácil, tiene un trabajo difícil porque Sant Josep es urbanísticamente muy complicado. Nosotros tardamos más de dos años en desatascar el departamento. Él es un alcalde valiente, ya ha hecho alguna reestructuración, pero es muy trabajador y lo acabará consiguiendo.
—¿Continuar el paseo marítimo hasta Cala Gració será posible esta legislatura?
—No será una realidad esta legislatura porque el proyecto no está redactado. También hacen falta informes de Recursos Hídricos y de Costas, por lo que es imposible en dos años. ‘De facto’ ya estamos separados porque Sant Josep ha desistido continuar con él porque no solucionaba los problemas que tenían con los bombeos de fecales. Tendremos que sacar la licitación de la redacción de este proyecto que irá desde Caló des Moro hasta Cala Gracioneta.
—En la legislatura pasada se anunció la cesión al Ibavi de dos solares en ses Païsses. ¿Por qué no se ha llevado a cabo?
—Son unos solares que se cedieron hace muchas legislaturas pero que el Ibavi aún no puede ejecutar porque es una zona, el sector 22, a desarrollar. Primero tienen que urbanizarlos los propietarios y luego se tendrá que hacer un nuevo convenio con el Ibavi. Los propietarios ya han presentado el proyecto de urbanización del sector 22 aunque tardarán años aún en poder construir porque tienen que hacer una infraestructura importante para la evacuación de agua.
—Sant Antoni sigue sin auditorio. ¿Comprarán el Cine Torres? ¿Qué alternativa tienen?
—Yo ya lo he descartado porque parece que no hay acuerdo entre la propuesta del Consell d’Eivissa y la propiedad. Ya estoy buscando otras ubicaciones para levantar un auditorio desde cero. Esperar tantos años a este acuerdo ha hecho retrasarnos mucho en la obtención de este auditorio.
—¿El Cervantes puede ser una opción?
—El Cervantes o un solar vacío. Estamos mirando ubicaciones, pero prefiero no avanzar nada más hasta no tenerlo más atado. Es una lástima el tiempo que hemos perdido intentando buscar un acuerdo que finalmente no se ha producido, por lo que cogeremos el toro por los cuernos y lo ejecutaremos nosotros.
—¿Qué proyecto no va tan rápido como a usted le gustaría?
—Pues el auditorio, precisamente, y la eliminación de barreras arquitectónicas de ses Païsses. Se hizo un proyecto en la pasada legislatura sin tener en cuenta el planeamiento urbanístico actual y también nos retrasamos un año porque se perdieron datos por el ataque informático que sufrimos, pero esperamos licitarlo en breve.
—¿Se presentará a la reelección en 2027? Veo que le quedan proyectos por hacer...
—Mi idea es poder acabar estos proyectos que hemos iniciado esta legislatura, así que me gustaría acabar con un pueblo mucho más limpio, con mejor iluminación y con la dotación de infraestructuras que Sant Antoni necesita.
—¿Está satisfecho con la contrata de la limpieza y recogida de residuos?
—No, lleva ya ocho años funcionando, caduca en noviembre de 2027 y la concejala del departamento de Limpieza Viaria y los técnicos saben que tienen que darle prioridad a esta nueva contrata y ya han empezado con la redacción de los nuevos pliegos porque no quiero prorrogarla ni un mes. Me gustaría que estuviera adjudicada la nueva contrata antes de acabar la legislatura. Tendrá mucho más personal y mucha más maquinaria de limpieza viaria con agua a presión porque hay más suciedad de la que me gustaría. También se separará la jardinería y la limpieza de contenedores, por lo que habrá, seguramente, tres contratos diferentes: uno de recogida de residuos y limpieza viaria, otro de mantenimiento de contenedores, porque también hemos tenido muchos problemas; y otro de jardinería. Ahora solo tenemos siete jardineros para todo el municipio, que no llegan para todas las quejas que tenemos con las hierbas que salen cuando llueve y el trabajo que hay que hacer en todas las parroquias.
—¿Han solucionado sus problemas con los vehículos? ¿Serán sancionados?
—Todavía no se ha cerrado el expediente, la empresa hizo las alegaciones pertinentes porque discrepaban de nuestra auditoría.
—¿Sancionarán, finalmente, a la empresa del alumbrado público?
—Este contrato, como el de la limpieza, viene de dos legislaturas atrás, antes de que yo fuera alcalde. Hay en marcha una auditoría que aún falta concretar. Se cambiaron todas las luminarias pensando solo en la eficiencia energética pero no en la buena iluminación de las calles. Hace cinco años que empezó la contrata, por lo que le quedan otros cinco. La empresa ha hecho mejoras pero sigue habiendo calles que están a oscuras. Hemos valorado rescindir el contrato pero es un tema complejo. Lo mejor es intentar llegar a acuerdos para intentar paliar las deficiencias.
@Es desagradable responder a alguien que no sabe ni cómo se llama y así son sus comentarios, que lo único que buscan es que le den una galletita pepera. Pues toma galletita. Seguro que así te enchufarán de funcionario, que es lo único que buscáis los busca galletitas peperas. Siempre he mirado por los trabajadores del Ayuntamiento, los ninguneados, no los enchufados como pretendes ser tu. Son el mejor activo que tiene el Ayuntamiento y Carmen Ferrer y Miguel Tur no los tratan bien. Han creado un clima tóxico que es difícil no percibir. San Antonio ha realizado en estos años una cantidad de inversiones que duplican a las de Santa Eulària. Todo lo hecho en en Santa Eulària a sido a través del Consell. Los comentarios de abajo son normales de los detractores que pueda tener un político, pero le aseguro otra mayoría absoluta para ambos. Uno se lo ganará y el otro lo comprará. Si es de Santa Eulària habrá notado que desde que esta este equipo de gobierno es como si el municipio estuviera gafado. Nos crecen los enanos y esto lo sabemos muchos. Están gafados. Es la única explicación posible a tanta mala suerte municipal. Mi bolsillo bien, gracias por preocuparte. Ya sabemos que los residentes del municipio, como están todos jodidos por lo caro que es vivir aquí salivan si ven sufrir a un funcionario por la mala fama que tienen, y en Santa Eulària igual usted no serviría para trabajar y dar el cayo.