Las policías locales de los diferentes municipios ibicencos extreman estos días la vigilancia para evitar la proliferación de nuevos asentamientos ilegales como el de Can Rova 2, desalojado este martes.
En el municipio de Ibiza, y continuando con las actuaciones iniciadas la pasada semana, la Policía Local identificó el lunes a unas 40 personas que se habían instalado en la zona de Ca n’Escandell. En el lugar se encontraron bombonas de butano y cocinas camping gas en un enclave muy cercano a una abundante vegetación.
Además, el servicio municipal de limpieza retiró más de 2.300 kilos de residuos de otro aparcamiento disuasorio donde existen infraviviendas.
Las intervenciones se suman a otras ejecutadas hace algunos días como el desmantelamiento del poblado de Can Palau de Baix y el desalojo del aparcamiento de es Gorg, donde decenas de caravanas y autocaravanas llevaban meses estacionadas.
En otros municipios de Ibiza como Sant Joan, la Policía Local está llevando a cabo batidas de vigilancia por toda la localidad. Pese a ser una área geográfica muy extensa, difícil de tener controlada en todo momento, no se han detectado por ahora asentamientos dentro del municipio.
En Sant Josep, los agentes locales han identificado en los últimos días unas 120 caravanas. Desde el Consistorio josepí aseguraron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera entender la complejidad de la situación para las personas que residen en estos vehículos, aunque dieron instrucciones a los agentes para que presten especial atención a zonas susceptibles de ocupación y a la presencia de estos vehículos camperizados.
También el Ayuntamiento de Santa Eulària, como ya adelantó este rotativo, llevaba días vigilando los solares más cercanos a Can Rova 2, desalojado este martes.
Nada más anunciarse la fecha del desalojo, la Policía Local de esta localidad interpuso hasta cinco sanciones contra personas que se habían instalado en es Puig d’en Negre una vez conocieron la obligación de abandonar Can Rova 2. Desde entonces, los agentes estuvieron vigilando los alrededores del asentamiento para evitar el traslado de los ocupantes a otros puntos cercanos.
La pasada semana se detectó la presencia de personas residiendo en esa montaña, una área natural de difícil acceso con un elevado riesgo de incendio por la gran masa forestal acumulada. Desde hacía días se habían visto ciudadanos deambulando entre los pinos y montando improvisadas estructuras con plásticos y otros materiales.
¡mano-dura a los cara-dura! A ver si acaba la limpieza de la zona alta de Can Escandell: siguen quedando chabolillas varias poco mas arriba del cerramiento de obra del futuro parque...