Ibiza ha sido elegida como territorio pionero en Baleares para el despliegue de un proyecto piloto que promete revolucionar la gestión de los recursos hídricos mediante el uso de sensores inteligentes. A partir de este verano y durante los próximos meses, la isla experimentará con distintas tecnologías de sensorización aplicadas al control en tiempo real del estado de los acuíferos y del volumen de agua extraída por los grandes consumidores. El objetivo es, según Miquel Cardona, director gerente de IB Digital, adquirir datos precisos y continuos que permitan medir el nivel y la calidad del agua, así como controlar la extracción de agua subterránea. «Esta medida permitirá a las autoridades tomar decisiones más eficientes y sostenibles ante un recurso cada vez más escaso y comprometido», apuntó.
El plan, impulsado por la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern balear con una inversión total de dos millones de euros, incluye una fase inicial en Ibiza en la que se instalarán diferentes sensores en acuíferos y pozos de extracción, aunque el objetivo final es colocar en la isla hasta 109 sensores. Esta primera etapa, dotada con un presupuesto específico de 100.000 euros, permitirá probar hasta seis tecnologías diferentes en tres localizaciones: el Pla de Sant Antoni, Porroig y Cala Tarida. En estos puntos se llevarán a cabo las primeras pruebas a partir de mediados de agosto. La elección de Ibiza para iniciar este proceso no es casual. Según el conseller balear del Mar y del Cicle de l’Aigua, Juan Manuel Lafuente, se trata de la isla con mayores dificultades en materia hídrica de todo el archipiélago. De las 16 masas de agua subterránea identificadas en la isla, 11 se consideran actualmente en mal estado, tanto desde el punto de vista cuantitativo (nivel de agua) como cualitativo (nivel de salinización).
En este sentido, Lafuente explicó que este proyecto es un gran avance para mejorar la gestión de los recursos hídricos e indicó que, hasta ahora, el control de los acuíferos en las islas se ha basado en inspecciones puntuales, realizadas manualmente por técnicos que visitan los pozos y extraen muestras o miden niveles de forma periódica, en algunos casos tan sólo una vez por trimestre. Subrayó que este sistema impide una visión dinámica y en tiempo real del comportamiento de los acuíferos, especialmente en momentos críticos como periodos de sequía o picos de demanda.
«Con este nuevo proyecto pasaremos de mediciones aisladas a una información continua. Tendremos datos actualizados al minuto sobre cómo se llenan o vacían los acuíferos, cómo se comportan tras un episodio de lluvias o cuándo comienzan a salinizarse por la entrada de agua marina», apuntó Miquel Cardona, resaltando que los sensores medirán variables como el nivel del agua subterránea, la conductividad, la calidad del agua y los caudales de extracción en los pozos. En concreto, indicó, se pondrán a prueba tecnologías invasivas - que son sensores insertados directamente en las tuberías - y no invasivas - que son sondas externas y de instalación más rápida - además de dispositivos dotados de inteligencia artificial o cámaras que detectan los contadores.
Uno de los aspectos más innovadores del plan es su dimensión experimental. De hecho, a partir de los resultados obtenidos en esta fase inicial, se tomará la decisión de implantar hasta 250 sensores en todo el archipiélago a lo largo de 2026, según precisó. En esta línea, Cardona subrayó que el objetivo es recibir información útil para decidir mejor e Ibiza, según indicó, es el lugar perfecto para empezar este proyecto piloto debido a sus necesidades urgentes a la hora de mejorar la capacidad de gestión de los recursos hídricos y fomentar la concienciación ciudadana. «Este sistema permitirá a la ciudadanía conocer en qué estado están los acuíferos en tiempo real. Eso también es una forma de concienciar y de involucrar a la sociedad en el uso responsable del agua», agregó, lamentando la necesidad que tiene la isla debido al estado actual de las masas de agua subterránea. Al respecto, manifestó que la presión sobre los acuíferos es alta y hay zonas donde el nivel es bajo y, por tanto, el agua marina ha empezado a infiltrarse, lo que provoca una salinización progresiva del recurso.
En tiempo real
«Con datos continuos y fiables podremos anticipar estos procesos y tomar medidas preventivas», advirtió, haciendo hincapié en que este sistema de sensores también permitirá detectar extracciones ilegales o no autorizadas, un problema recurrente en algunas zonas rurales o turísticas de Ibiza. Al monitorizar en tiempo real el caudal de agua extraído, será posible identificar anomalías y actuar de forma más rápida y eficaz. «Uno de los aspectos clave del plan es la instalación de contadores inteligentes en los pozos de los grandes consumidores, como empresas que venden agua a camiones cisterna», afirmó.
Paralelamente, el Govern balear trabaja en una licitación que prevé la instalación de 150 contadores en pozos y puntos de venta de agua, y los 250 sensores para medir la productividad y el nivel de los acuíferos. En total, en Ibiza se prevé actuar sobre 73 pozos y una fuente, y colocar 35 sondas específicas para analizar la conductividad del agua. La adjudicación está prevista para septiembre, con un plazo de ejecución de nueve meses. Hay que señalar que esta iniciativa forma parte del programa Territorio Balear Inteligente, «una estrategia transversal que pretende aplicar la tecnología para mejorar la gestión pública en ámbitos como la sostenibilidad turística, la respuesta ante emergencias, la protección del patrimonio natural o la prevención de desastres».