La actividad asistencial del centro de salud de es Viver, que actualmente atiende a más de 25.000 personas, se trasladará de forma provisional al edificio J del antiguo hospital de Can Misses durante el primer trimestre de 2026. Esta reubicación temporal permitirá iniciar las obras de demolición y posterior construcción de un nuevo centro sanitario más amplio y adaptado al crecimiento demográfico que registra es Viver. La consellera de Salud, Manuela García, visitó ayer las futuras dependencias provisionales en Can Misses para conocer de primera mano el plan de traslado, destacando la importancia de este nuevo proyecto en es Viver para mejorar la Atención Primaria en Vila.
Según explicó la consellera, el centro actual se ha quedado pequeño para la población a la que da servicio, ya que este barrio cuenta en estos momentos con 25.191 tarjetas sanitarias asignadas y una plantilla de 64 profesionales distribuidos entre Atención Familiar, Pediatría, la Unidad de Atención a la Mujer y la Unidad de Salud Mental. «Es un centro con una sola planta, con limitaciones importantes. Por eso, se ha decidido mantener la ubicación, aprovechando el mismo solar, pero con una ampliación significativa de su infraestructura», detalló.
Cabe recordar que este proyecto contempla la demolición total del edificio actual y la construcción de un nuevo centro de salud de 6.553 metros cuadrados. El presupuesto estimado para la ejecución de las obras asciende a 12,9 millones de euros y la previsión del Govern es iniciar los trabajos en el tercer trimestre de 2026, una vez completado el traslado y licitado el proyecto ejecutivo definitivo. «Las obras tendrán una duración aproximada de dos años», apuntó la consellera, mientras Enrique Garcerán, gerente del Área de Salud pitiusa, agregó que «nunca se barajó trasladar la actividad asistencial de es Viver a casetas prefabricadas», como sí se ha hecho en otras zonas de Baleares. En este sentido, desde la dirección del Área de Salud de Ibiza y Formentera llevan meses trabajando en la planificación del traslado para que esta reubicación provisional garantice que todos los servicios actuales en Can Misses puedan seguir funcionando sin afectar a la atención sanitaria.
Las instalaciones provisionales estarán distribuidas en tres plantas del edificio J del antiguo hospital de Can Misses. En la primera planta se ubicarán las 18 consultas de Atención Familiar y Comunitaria del centro. En la segunda planta se situarán la Unidad de Atención a la Mujer, que atiende a una población femenina de 37.403 tarjetas sanitarias, y otras seis consultas más de Atención Familiar. Además, en esta planta se instalará también la Unidad de Salud Mental, en el espacio que ocupaba anteriormente la Unidad de Hospitalización de Psiquiatría.
Por su parte, las seis consultas de Pediatría, las consultas de Urgencias y las de desplazados estarán en las antiguas Urgencias del hospital Can Misses. La consellera subrayó que el traslado no requerirá adaptaciones en otras instalaciones como Ca na Majora. En esta línea, antes del traslado, el Govern llevará a cabo una serie de trabajos de adecuación en el edificio J para garantizar que cumpla con los requisitos técnicos y asistenciales necesarios. Estas obras se realizarán durante el último trimestre de 2025 e incluirán la renovación de la instalación eléctrica y de fibra óptica, así como labores de pintura y redistribución de espacios.
García reconoció que en un primer momento parecía complicado que el edificio pudiera acoger a todo el personal y servicios del centro de salud de es Viver, pero tras estudiar el proyecto y visitar el espacio, consideró que será posible mantener una atención de calidad. Durante su visita, la consellera también destacó la importancia de contar con centros de salud que no sólo respondan a las necesidades asistenciales, sino que también faciliten la formación y fidelización de profesionales.
Recordó que el centro de salud de Can Misses fue el primero de la isla en obtener la acreditación para formar residentes y subrayó que «la docencia es clave para captar talento y lograr que los profesionales se queden en Ibiza y Formentera». En este sentido, García señaló que, en el último año, siete de los diez médicos residentes que terminaron su formación en el Área de Salud de Ibiza y Formentera han decidido continuar trabajando en el archipiélago, lo que consideró «un éxito en fidelización».