Rubén Sousa, concejal de Playas del Ayuntamiento de Ibiza, explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que, tal como se hizo en el tramo costero de la playa de es Viver, también se ha reducido cerca de un 70 % el total de embarcaciones que fondeaban ilegalmente en Talamanca, concretamente en la zona del muelle frente al hotel Argos.
«Sólo queda la línea del dique», apuntó Sousa, recordando la actuación del año pasado que consistió en colocar la línea de boyas a 200 metros de la orilla. Una medida con la que se logró, indicó, retirar más de 100 barcos en la bahía de Talamanca. En este sentido, explicó cómo el Ayuntamiento de Vila, con la colaboración de la Policía Local, procedió ayer a la retirada de ocho embarcaciones fondeadas ilegalmente en la zona del muelle de la playa de Talamanca. Barcos que, según agregó, serán «destruidos» si ningún propietario los reclama en 15 días.
Destacó que la Policía Local de Vila avisó el pasado jueves a los propietarios de las embarcaciones que serían retiradas a partir de este lunes, de acuerdo con la normativa municipal y con el objetivo de garantizar la seguridad y el uso público del espacio marítimo. Según informó Rubén Sousa, el pasado jueves se contabilizaron en la zona un total de 30 embarcaciones, así como ocho muertos para fondeo y diversas boyas que también fueron retiradas.
«La intervención de este lunes forma parte de una línea de actuaciones que se han reforzado desde el pasado año con el objetivo de combatir los fondeos ilegales en la bahía Talamanca y otras zonas sensibles del litoral de Ibiza», apuntó el concejal de Playas, adelantando a este rotativo que próximamente realizarán otra batida para retirar muertos ilegales de fondeo.
«En la última que hicimos, retiramos 16. Tenemos pendiente hacer otra porque, tras ampliar la zona de balizamiento hasta los 200 metros, quedaron muchos muertos entre la posidonia y cuesta verlos. Ya quitamos los más vistosos en su momento», explicó Sousa, precisando que ayer también retiraron más de 50 metros de cadenas que eran un entramado para atar barcos, lanchas y botes. En esta misma línea, también destacó que seguirán realizando campañas informativas dirigidas hacia los propietarios de las embarcaciones antes de seguir retirando los barcos que quedan.
Esta claro que poco a poco nos están arrebatando todas nuestras costumbres, dentro de un par de décadas solo podremos mirar la isla desde detrás de un cristal y viendo como la disfrutan los turistas. En fin a resignarse y callar. Nia un fart.