El director general de Pesca del Govern balear, Antoni Grau, destacó en una entrevista concedida a este rotativo que la Unión Europea tiene el foco puesto en la pesca recreativa con el objetivo de imponer obligaciones que, según Grau, «van a ser muy difíciles de implementar». En este sentido, Grau indicó que igual que han estado persiguiendo a la pesca de arrastre, también quieren hacerlo con la pesca de recreo.
«La reforma del reglamento de control pesquero que se aprobó a finales del 2023 prevé una cascada sucesiva de restricciones y, sobre todo, obligaciones. Sería importante intentar cambiar estas medidas en el Parlamento Europeo porque nos viene encima una gran problemática», explicó, manifestando que la intención del Govern es intentar influenciar a los grupos parlamentarios de España para «suavizar los aspectos más polémicos de este intervencionismo».
En esta línea, el director general de Pesca explicó que desde Europa buscan que los pescadores declaren la pesca de cada día con una auditoría permanente «como si fueran delincuentes».
Sensatez
«Lo que ha pasado con los profesionales, se quiere aplicar a los pescadores recreativos. Entiendo que, evidentemente, habrá que hacer una gestión de las poblaciones de peces. Es esencial que los pescadores de recreo conozcan estas obligaciones para que actúen con sensatez porque todos tenemos que ser responsables ante esta situación para intentar frenar estas medidas», precisó.
Manifestó que, así como están en Bruselas intentando llegar a acuerdos que puedan beneficiar al sector primario, también intentan beneficiar al sector de recreo. Al preguntar también por la medida europea implantada en relación al 10 % de superficie de reservas marinas que tiene que tener una protección integral, Grau agregó que el Pacto Europeo para los Océanos es el que establece este porcentaje de alta protección. «Ahora mismo, la proporción de reservas integrales en Baleares es de un 3 % en aguas interiores. Es importante aclarar que esta medida es un compromiso del Estado español, y no del Govern balear ni de los consells insulares. Las reservas integrales están muy bien si se tienen lejos, pero a nadie le gusta tener estos espacios cerca porque si esta reserva de protección máxima es pequeña, tienes alternativas pesqueras, pero si es grande no es tan fácil», destacó, haciendo hincapié en que esta medida y compromiso afecta al Gobierno de España.
Consenso
«Los países con islas oceánicas pueden hacer una zona de protección en medio del mar abierto, a unas 100 millas de la costa y ya cumplirían con este pacto. No obstante, aquí viven más de un millón de habitantes y este tipo de medidas se tienen que valorar y consensuar, igual que el compromiso del Estado a declarar un 30 % de superficie como reserva marina», apuntó. Al respecto, agregó que al Gobierno central le corresponde el 22 % de las aguas interiores. «Si este compromiso fuera nuestro, todavía nos quedaría un 8 % para crear reservas marinas», manifestó, explicando que las cifras basadas en porcentajes no le convencen.
En esta línea, señaló que la población de atún rojo ha vivido un gran periodo de recuperación sin crear un metro cuadrado de reserva marina porque es una «especie pelágica». En cambio, indicó, para las especies que viven muy ligadas al territorio se han de crear zonas en las que no se pueda pescar con el objetivo de mantener un núcleo de reproductores.
«En Baleares tenemos 500 especies pesqueras y cada una tiene su propia biología. Por lo tanto, no tenemos recetas absolutas con las que salvar el mundo. En Baleares, la pesca ha mejorado mucho en los últimos 20 años. La pesca tocó fondo hace 40 años y, desde entonces, ha mejorado mucho, pese a cuadruplicar la población», precisó Antoni Grau.
Señala que cuatro restaurantes de Ibiza fueron sancionados en julio por utilizar pescado ilegal
El director general de Pesca del Govern balear, Antoni Grau, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que, durante el mes de julio, hasta cuatro restaurantes de Ibiza fueron sancionados por utilizar pescado ilegal. Concretamente fueron denunciados, según Grau, por utilizar pescado que carecía de etiquetas identificativas.
En este sentido, también subrayó que en los últimos meses han aumentando las sanciones a restaurantes de la isla por servir pescado ilegal. Al respecto, recordó uno de los casos más recientes donde varios ejemplares fueron decomisados tras observar, por parte del personal de la inspección pesquera de la Dirección general de Pesca y del Consell d’Eivissa, una herida provocada por el arpón del fusil submarino. Además, según recordó Grau, el restaurante no disponía de ningún tipo de documentación que acreditara su trazabilidad ni procedencia, «por lo que el producto se inmovilizó y posteriormente se decomisó». Tras lo sucedido, el conseller de Pesca, Joan Simonet, aseguró que continuarán realizando inspecciones en establecimientos sobre los que existan sospechas de incumplimientos.
A los que pescan fardos de los yates no les revisan,les ponen el objeto,y a los que hacen de barcos nodriza para tráfico de personas tampoco, se po e el ojo por si te pillas unos pescados para comérselos,no se arruinen los restaurantes y hoteles de millonarios, no quieren que vayamos a poder comer de lo que nos da la naturaleza,solo de lo que nos venden a precio de oro